El avión presidencial de México fue vendido al gobierno de Tayikistán, confirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que marca el posible final de una larga saga política que el líder mexicano utilizó para atacar los despilfarros del pasado.
A través de una publicación en sus redes sociales, López Obrador dijo que el precio de venta acordado para el Boeing 787 Dreamliner, utilizado por su antecesor Enrique Peña Nieto, -pero nunca por él- era de unos 1,660 millones de pesos, o 92 millones de dólares al tipo de cambio actual.
El mandatario, que durante años ha criticado la corrupción de las élites políticas en México, dijo en el pasado que esperaba vender el avión por al menos 150 millones de dólares.
López Obrador reiteró que la aeronave no podía utilizarse para vuelos dentro del territorio mexicano porque está construida para volar distancias de al menos cinco horas o más.
"Es un avión para ir a Europa en 10 horas sin recarga de combustible; es enorme. No hay aviones de este tamaño en las rutas nacionales", como Aeroméxico y VivaAerobus, agregó.
En una situación normal tiene capacidad para 240 pasajeros, pero fue adaptada para 80 asientos, y un departamento privado presidencial, con 57 metros de longitud y 17 metros de altura, baño, cocina y sala de juntas.
El proceso de compra y venta estuvo a cargo del llamado Instituto para devolver al pueblo lo robado y el Banco Nacional de Obras, en una operación cerrada este mes, reseñaron las agencias Sputnik y Ansa.
El Boeing B787 Dreamliner realizó 214 operaciones y voló 600.000 kilómetros desde 2018, lo que significa que operó dos años y 10 meses, equivalentes a 10% de las horas de vuelo de la aeronave presidencial antecesora, un Boeing 757.
Los costos de mantenimiento, actualización de software y resguardo se acercaron a los 5 millones de dólares hasta enero de este año.
Tayikistán, una exrepública soviética, ya pagó la compra y ahora tiene 10 días para llevarse la aeronave.
En septiembre de 2020, el Gobierno mexicano organizó una rifa simbólica del avión presidencial, con la que recaudó unos 110 millones de dólares, y de los 100 premios, tres fueron ganados por escuelas rurales y hospitales.
"Hay a algunos que no les gusta la venta, pero la mayoría de la gente está contenta. Es algo que no se debe repetir. Imagínense, con tanta pobreza, un avión así...", afirmó López Obrador en su encuentro ante la prensa.
Y en su conferencia de cada mañana, López Obrador insistió en que el Boeing 787-8 "era un despropósito, era para pequeños faraones, acomplejados".
El gobernante decidió usar los fondos para levantar dos hospitales en zonas marginales del sureste del país, que serán construidos por ingenieros de las Fuerzas Armadas.
"Este dinero se invertirá en dos hospitales (...) que serán construidos por los ingenieros militares e inaugurados antes de terminar nuestro mandato", indicó en Twitter.
Los dos establecimientos, de 80 camas cada uno, se construirán en las localidades de Tlapa, en el estado de Guerrero; y en Tuxtepec, una localidad de Oaxaca pero muy cerca del estado de Veracruz.