Un escenario de más inflación y más crecimiento asumió el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre de 2025 que publicó este miércoles y que cerca del mediodía expondrá ante el Senado.

Si bien destacó en el reporte que la inflación ha seguido disminuyendo en línea con lo previsto en junio, con expectativas inflacionarias a dos años que continúan alineadas con la meta de 3%, ahora espera que en diciembre se ubique en 4% frente al 3,7% previsto en junio.

Lo anterior, en un contexto en que -como lo hizo al mantener la tasa de interés el martes- advirtió que la inflación subyacente ha superado lo esperado, dado el mayor dinamismo del gasto interno, altas presiones salariales y un tipo de cambio más depreciado.

En suma, el IPoM proyectó que la convergencia de la inflación total a la meta de 3% se concretará durante el tercer trimestre de 2026, para oscilar en torno a ese valor en adelante.

Y, en el caso del Producto Interno Bruto (PIB) ajustó levemente al alza las estimaciones de la parte baja del rango estimado en junio, pasando de 2,0%-2,75% a 2,25%-2,75%, lo que da un punto medio de 2,5%.

Para 2026, en cambio, mejoró de 1,5% a 2,5% a hasta 1,75-2,75%, mientras que para 2027 se mantuvo en 1,5-2,5%.

En este plano, el IPoM resaltó que la demanda interna ha tenido un desempeño mejor que lo previsto, tanto por el lado de la inversión, como por el consumo privado.

En el plano externo, el informe destacó que continúa marcado por varios focos de incertidumbre en los ámbitos económicos, institucional y geopolítico. Y aunque prevé que el impacto de los aranceles a nivel global será negativo, admitió que hasta ahora los efectos han sido acotados. “Las condiciones financieras siguen relativamente favorables, aunque en un entorno incierto existe un riesgo de reversión”, indicó.

Respecto de la Tasa de Política Monetaria (TPM), que el consejo del ente emisor mantuvo por unanimidad en 4,75% el martes, el IPoM planteó que se evaluará los próximos movimientos teniendo presente la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria.

En el escenario actual, el riesgo de una mayor persistencia de la inflación requiere acumular más información antes de continuar el proceso de convergencia de la TPM a su rango de valores neutrales.

Además, reafirmó su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años.

El IPoM de septiembre detalló que los datos de la demanda interna fueron más dinámicos de lo previsto, especialmente en el segundo trimestre.

En este sentido, resaltó la aceleración de la inversión en ese período, lo que fue particularmente visible en el componente de maquinaria y equipos de la formación bruta de capital fijo (FBCF), cuyo dinamismo se habría mantenido en el tercer trimestre, según muestran las cifras de importaciones de bienes de capital. La parte de construcción y otras obras de la FBCF ha seguido recuperándose paulatinamente.

En gran medida, el repunte de la inversión ha estado apuntalado por el impulso de los grandes proyectos, a lo que se suman condiciones financieras algo más favorables y una mejora de la confianza empresarial.

En el escenario central, la FBCF tendría tasas de variación de 5,5% en 2025, 4,3% en 2026 y 3,1% en 2027. Estas cifras son más favorables que el 3,7%, 3,6% y 3,3% de junio, respectivamente.

En cuanto al consumo privado, el informe reveló que también creció más que lo anticipado, aunque la diferencia respecto de lo proyectado en junio fue menor que en la inversión.

Según el documento, su avance ocurre a la par de una evolución favorable de algunos de sus fundamentos, observándose que los ingresos laborales -masa salarial real- han seguido aumentando, si bien a un ritmo menor que en meses previos. Esta composición contrasta una baja creación de empleo y un elevado incremento de las remuneraciones, dijo el IPoM.

El reporte también reparó en que la situación financiera de los hogares ha mejorado comparada con años anteriores, tanto por la disminución de las tasas de interés como de la carga financiera.

Pero, al mismo tiempo, mencionó que los créditos bancarios de consumo mantienen un bajo dinamismo.

Así, se prevé que el consumo crecería 2,7% en 2025, 2,3% en 2026 y 2,1% en 2027, lo que contrasta con porcentajes anteriores de 2,2% este año y 2% los dos siguientes en el IPoM de junio.

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