El menor dinamismo que ha exhibido el mercado laboral, con una baja creación de empleo y una tasa de desocupación que se acerca al 9%, han abierto un debate respecto del efecto que ha provocado el aumento de los costos laborales en la economía.
Aquí, han entrado en escena por ejemplo leyes aprobadas en lo más reciente, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y el incremento del salario mínimo por sobre $ 500 mil.
Discusión a la que el Banco Central agregó nuevos antecedentes. Uno de los recuadros del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre aborda el debate, enfatizando que no solo hay factores legales detrás de las recientes tendencia del empleo, sino que también aspectos de más largo aliento, como la automatización.
"La evolución reciente del mercado laboral muestra señales mixtas, con una débil creación de empleo y una tasa de desempleo por sobre sus valores prepandemia, pero a la par con un crecimiento de los costos laborales reales por encima de su promedio histórico", expone el emisor en el recuadro, agregando que nueva información cuantitativa y cualitativa apunta a que el comportamiento del mercado laboral responde a "múltiples factores", entre los que se encuentran el impacto de medidas legislativas -como el salario mínimo y la ley de 40 horas- y la adaptación a procesos de cambio tecnológico que podrían haberse acelerado frente al aumento de los costos laborales.
"En todo caso, estos resultados explican los movimientos del mercado laboral en el corto y mediano plazo. Hacia el largo plazo, su comportamiento dependerá de factores como la productividad, el crecimiento poblacional y nuevas configuraciones de procesos productivos en un contexto de adopción de nuevas tecnología", recalca el informe.
El análisis del emisor parte constatando que en mayo de 2023, se aprobó la Ley 21.578, que estipuló incrementos del salario mínimo de 7,3% en mayo de ese año, de 4,5% en septiembre del mismo período, de un 8,7% en julio de 2024 y 2,1% en enero de 2025, acumulando un alza de 24,5% entre abril 2023 y enero 2025, comparado con el aumento acumulado del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 7% durante el mismo período.
"El índice de remuneraciones medido por el INE -que es representativo de la evolución mensual de las remuneraciones por hora del empleo formal en el país- mostró un incremento de 14,2% en ese lapso, dando cuenta que el alza del salario mínimo superó largamente el incremento promedio de las remuneraciones", constata el banco.
Junto con lo anterior, Albagli et al. (2025) actualiza el trabajo presentado a fines del año pasado, en el que, a partir de los registros administrativos de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC), separan a las empresas en dos grupos según la fracción de trabajadores afectos al salario mínimo.
Los resultados muestran que, en promedio entre marzo de 2023 y abril de 2025, los salarios de las empresas con más trabajadores afectos al salario mínimo crecieron 4,8% más que los de empresas con menos trabajadores afectos. Al mismo tiempo, el empleo de esas empresas cayó en promedio 5,6% respecto del empleo de las menos afectadas.
"A partir de este ejercicio se observan dos hechos adicionales. En primer lugar, la composición del empleo de las empresas más afectadas mutó hacia una mayor proporción de trabajadores con educación superior. En segundo lugar, el impacto se observa en distintos sectores económicos y tamaños de empresas. Un ejercicio complementario muestra que el impacto al alza en salarios y a la baja en empleo no solo se observa en los trabajadores que reciben el salario mínimo, sino también en aquellos cuyo salario se ubica cercano a éste", es otra de las conclusiones del banco.
Ahora, continúa el recuadro, si bien el ejercicio previo permite establecer una causalidad del aumento de los costos laborales en empleo y otras variables, no está diseñado para cuantificar los efectos agregados en el mercado laboral.
Para este fin, se utilizan dos metodologías adicionales. En la primera, Albagli et al. (2025) realizan estimaciones de un modelo semi-estructural SVAR, que encuentra que, en el último año, distintos shocks de oferta y de costos -incluyendo el alza del salario mínimo y la ley de 40 horas- explican la mayor parte del alza de los costos laborales y han incidido "negativamente" en el empleo, complementa el análisis.
"Según estas estimaciones, un incremento real del salario mínimo similar a lo observado desde 2023 provoca una caída de aproximadamente -1,5% en el empleo asalariado formal y un impacto algo menor en el empleo total, lo que cabe esperar debido al rol amortiguador que tiende a jugar el empleo informal y de cuenta propia cuando hay alzas en la desocupación", agrega el reporte.
En la segunda metodología, Albagli et al. (2025) utilizan una extensión del modelo económico de equilibrio general XMAS (García et al., 2019) para entender el comportamiento reciente de los salarios y el empleo.
Aquí, los resultados sugieren que, en el período 2022-2025, las medidas legislativas han aumentado tanto los salarios promedio como la tasa de desempleo. Respecto a los primeros, el efecto en el nivel del salario real ha sido del orden de 1,1%, en promedio, cuando se consideran todas las políticas, y de 0,85%, cuando se considera solo el salario mínimo. En el desempleo, se estima un aumento de hasta 0,3 puntos porcentuales (pp.) respecto de su nivel de largo plazo.
Al analizar otros factores que expliquen las dinámicas recientes del empleo, Albagli et al. (2025) revisan la información obtenida en el Informe de Percepciones de Negocios (IPN) que elabora el instituto emisor.
A través de la aplicación de técnicas de análisis cualitativo a las transcripciones de 365 entrevistas semi estructuradas que se realizaron entre febrero de 2023 y agosto de 2025, el recuadro concluye que, según la percepción de las empresas, en los últimos años se ha consolidado un nuevo equilibrio organizacional caracterizado por dotaciones laborales más reducidas.
"Esto no solo se explica por la evolución de la actividad económica o el aumento de costos, sino también por la introducción de nuevas tecnologías, la reorganización del trabajo y las presiones regulatorias", agrega el análisis que incorpora el IPoM.
Según lo que se concluye, estas tendencias no operan de manera aislada, sino que se refuerzan mutuamente y generan efectos encadenados.
"Por ejemplo, en opinión de las empresas, la automatización ha permitido operar con menos personal, lo que ha contribuido a consolidar dotaciones mínimas eficientes. A su vez, esta reducción ha generado holguras en el mercado laboral, especialmente en segmentos de menor calificación", destaca el recuadro.
Al mismo tiempo, continúa, la automatización ha transformado los perfiles requeridos, lo que explica en parte la dificultad para encontrar mano de obra calificada, especialmente en sectores más tecnificados: "Las presiones de costos laborales, a juicio de las empresas, han actuado como un catalizador de estos procesos, incentivando la búsqueda de eficiencia y la incorporación de tecnología".