Energía, el sector de la bolsa argentina con más valor a largo plazo

 Energía, el sector de la bolsa argentina con más valor a largo plazo

El mercado global de acciones rebotó en el primer trimestre del año, luego de las fuertes bajas que experimentó en 2022. El indicador S&P500 -que sigue a las 500 compañías más valiosas en capitalización bursátil de Estados Unidos- concluyó el año pasado con una baja del 17%, pero desde que empezó este año se encuentra un 7% arriba.

Sin embargo, la volatilidad que experimentó el mercado el año pasado persiste, lo que nos indica que el grado de incertidumbre sigue siendo muy elevado.

El final de la pandemia del COVID parecía ser una ventana de oportunidad hacia una normalización. Sin embargo, el mundo hoy atraviesa fuertes tensiones geopolíticas que dificultan la tarea de los bancos centrales.

La gran herencia económica de la pandemia fue la inflación, y las políticas de endurecimiento monetario que aplicaron los países desarrollados, no parecen ser suficientes para alcanzar un aterrizaje suave (“soft landing”).

Al mismo tiempo, el riesgo de que el remedio sea peor que la enfermedad sigue latente; esto se sintió especialmente en el sector bancario durante el mes de febrero.

El mes pasado, al menos cuatro bancos regionales de Estados Unidos y un banco europeo de los más importantes tuvieron que ser socorridos, aunque por razones diferentes.

Mientras tanto, el domingo 2 de abril, la OPEC+ anunció un recorte en la producción de 1,16 millones de barriles de petróleo por día, generando enero una suba del crudo WTI cercana al 7% al día siguiente.

En este complejo contexto global, Argentina sigue inmersa en sus propios desafíos. El año electoral otorga cierto grado de esperanza, ya que los distintos partidos políticos tienen que armar propuestas nuevas para intentar convencer a un electorado que se muestra desencantado con la política en su conjunto.

Dado que el mercado se adelanta a los hechos, las acciones argentinas siguen el camino alcista que comenzaron en agosto del año pasado, a pesar de los problemas estructurales de los últimos años: inflación, brecha cambiaria y una dificultad para engrosar de dólares las reservas del Banco Central.

Como si esto fuera poco, este año se suma el impacto de la sequía, que se estima en une pérdida de 20.000 millones de dólares.

Desde que comenzó la suba en agosto, los 19 ADRs argentinos subieron en promedio un 45%. Paradójicamente, tomando el periodo en cuestión, Argentina es uno de los países del mundo que mejor retorno obtuvo invirtiendo en acciones.

No obstante, esto se explica por el bajo nivel del que partió el mercado. Al mismo tiempo, nos da un indicio de que encausando los problemas estructurales propios y aprovechando el contexto internacional de precios altos de los commodities, el país puede entrar en un ciclo virtuoso rápidamente.

Creemos que el sector de energía, al ser estratégico para el mundo, es el que ofrece el mayor potencial para el país en la próxima década.

Específicamente, creemos que YPF y Pampa Energía son las acciones más atractivas en el largo plazo. La primera de estas consiguió el año pasado hacer progreso en varios frentes; vale la pena revisar algunos.

Con una utilidad en 2022 de 2.234 millones de dólares, la empresa mostró el mayor crecimiento de producción de hidrocarburos de los últimos 25 años. La producción de crudo creció un 7,2% y la de gas, un 5,0% contra el 2021.

Además, el porcentaje de producción de hidrocarburos no convencional sobre el total de hidrocarburos ya representa el 45%. A todo esto, la empresa continúa bajando su nivel de deuda, que hoy se sitúa en 1,2x EBITDA (el máximo nivel de deuda/ebitda fue de 4,9x en 2020 y desde ese entonces, fue bajando).

Por otra parte, Pampa Energía tiene un valor de mercado de 1.875 millones de dólares y reportó una utilidad en el año 2022 de 456 millones de dólares; es decir: vale 4,1x ganancias.

Consideramos que la compañía tiene un negocio bien diversificado con participación en prácticamente toda la matriz energética argentina. Al último trimestre del año pasado, su EBITDA consolidado fue de 843 millones de dólares estaba compuesto por un 44% en generación de energía, 37% en exploración y producción de petróleo y gas, 11% en transporte de gas, y 8% en el negocio de petroquímicos.

En conclusión, a pesar de las complejidades mundiales, el panorama externo aún se presenta favorable para Argentina debido a los altos precios en términos históricos de las materias primas.

Entendemos que a pesar de las subas promedio de los ADRS del 45% desde agosto del año pasado, las empresas tienen potencial para valer mucho más, y podrían todavía multiplicar su valor si el país logra resolver cuestiones que la mayoría de los países ya superó.

El año electoral encontrará a los partidos políticos teniendo que presentar propuestas superadoras para encauzar la situación macroeconómica. En este sentido, creemos que YPF y Pampa Energía son dos empresas con alto potencial para quienes quieran invertir en el mercado de acciones local.

Head de Equity Sales & Trading de Adcap Grupo Financiero

Recomendar A Un Amigo
  • gplus
  • pinterest
Commentarios
No hay comentarios por el momento

Tu comentario