El dólar se fue a pique este jueves al incorporar las últimas señales de la Reserva Federal (Fed), entidad que el mercado ve un tanto abierta a seguir relajando las condiciones financieras, algo que contribuyó a nuevos máximos históricos del cobre. Los agentes además esperan atentos las elecciones del domingo en Chile.
La paridad dólar-peso cayó $ 8,7 hasta los $ 915,2 al cierre de las operaciones, quedando en mínimos desde el 2 de octubre de 2024. Fue su primera jornada de reacciones a las novedades de política monetaria que trajo Estados Unidos, durante la tarde de ayer.
Después de bajar 0,4% en la víspera, el dollar index se sumergía 0,6% hasta los 98,2 puntos, que son mínimos de dos meses, y que siguen la tendencia de los rendimientos del Tesoro. Y el futuro de cobre escalaba 2,6% a un récord de US$ 5,38 por libra en la Bolsa de Metales de Londres.
"Nuestra estimación de valor de equilibrio para el tipo de cambio es en torno a $ 900", dijo a DF el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann. “Ha habido factores que hacen que esa convergencia se acelere, particularmente el precio del cobre especialmente alto y la decisión de la Fed", apuntó.
"Si bien la rebaja de tasa estaba incorporada por el mercado, el hecho de que se ratifique tiene incidencia, y en particular por el hecho de que la Fed también anunció que va a estar comprando bonos de corto plazo para restructurar su balance, con lo que las tasas de mercado tendieron a bajar", explicó.
Los miembros de la Fed proyectaron -de mediana- un recorte para 2026, aunque el mercado espera que sean dos rebajas. El banco central también elevó sus previsiones de crecimiento, a la vez que redujo las de inflación para el próximo año.
El real brasileño, el peso chileno, el peso colombiano y el peso mexicano fueron, en ese orden, las divisas con mejor desempeño de todo el mundo emergente.
El factor cobre "puede ser un elemento adicional positivo para el peso, aunque hay incertidumbre con respecto a qué tan sostenibles son estos niveles, y si es que sólo se debe a factores puntuales que han limitado los inventarios de forma pasajera", comentó el subgerente de Economía en BICE, Marco Correa.
No deja de haber un componente electoral en el mercado cambiario, frente a la segunda vuelta del domingo. Lehmann observó que "después de la primera vuelta, las percepciones del mercado mejoraron", ya que "se prevé un Gobierno con más foco en crecimiento e inversión, lo que ha tenido un efecto en la valorización del peso".
Todo esto ocurre en un contexto donde agentes extranjeros han estado esperando un rebote del tipo de cambio, a juzgar por una posición extranjera que ronda los US$ 5.500 millones contra el peso chileno, según datos del Banco Central.
No es el caso de los estrategas de BBVA, para quienes "el peso chileno sigue siendo nuestra posición larga preferida en la región a medida que la elección presidencial entra en su recta final con la segunda vuelta este fin de semana", según publicó el equipo liderado por Alejandro Cuadrado.
Correa observó que, a estas alturas, "probablemente gran parte de esa tesis (del cambio de Gobierno) ya está internalizada, pues no se han dado grandes cambios en las expectativas de los resultados de las elecciones de este fin de semana".
Las transacciones de dólares no han parado de subir en los últimos meses, con alrededor de US$ 3.300 millones diarios en el segmento interbancario spot, y US$ 4.900 millones en el caso de los derivados financieros entre no residentes y bancos locales.
