Mientras se espera que se desprendan anuncios de la reunión que mantendrá el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con empresarios del sector, comenzaron los operativos de la Policía Bonaerense en colectivos que atraviesan distritos de la zona oeste del conurbano.

Desde el mediodía, efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), las mismas que protagonizaron el operativo de detención a los dos colectiveros que agredieron a Sergio Berni, desplegaron un operativo que alcanzó veinte puntos de control, entre los partidos de La Matanza y Cañuelas. Se prevé que las revisiones continúen hasta la madrugada.

Los miembros de la fuerza especial detenían los colectivos y hacían descender a los pasajeros varones mayores de edad, mientras que las mujeres y niños permanecían en sus lugares. Posteriormente, los hacían apoyar las manos contra el vehículo para realizarse cacheos y, una vez terminado este proceso, les solicitaban que abrieran mochilas o bolsos para que les muestren sus pertenencias. Al finalizar estos controles, el colectivo continuaba su recorrido.

En un puesto de control ubicado en la Ruta Nacional N° 3, en el tramo que separa González Catán de la localidad de Gregorio de Laferrere, un colectivero de la línea 49 expresó su aceptación a los controles, pero señaló que "acá sobre la ruta no pasa nada, porque los patrulleros van y vienen. El problema es en los barrios al fondo, de noche y a la madrugada, cuando la gente va a trabajar. Esto tendría que empezar a las cuatro, con la cantidad de gente que sale a trabajar".

Otro colectivero, de la línea 28, afirmó que le parece correcto pero añadió que "estaría bueno que lo hagan constantemente, siempre. Que de acá a un mes no desaparezca". Por su parte, un chofer de la línea 96 reiteró en C5N que "acá en la ruta no pasa nada. Hay que entrar a los barrios. Recién le quisieron robar a un muchacho, que me avisó y me dijo que esquive una parada. Acá no tiene sentido".