En teoría la nueva edición del dólar soja, o dólar agro contemplado con las economías regionales, comenzaba a operar este lunes para las ventas de la oleaginosa, algo que no sucedió ante la falta de una reglamentación de la secretaria de Agricultura que llegó un día después. De todas formas, durante la jornada de este martes el mecanismo también siguió frenado por parte de los exportadores a la espera de una norma del Banco Central (BCRA) referida a la prefinanciación de exportaciones, que llegaría en las próximas horas. Así las cosas, por el momento el ingreso de divisas del agro no se está haciendo sentir en el mercado local.
Otro ítem que tampoco estaría alentando las ventas bajo esta modalidad sería el precio que se está ofreciendo en el mercado local. Es que, los valores están lejos de superar los $105.000 por tonelada, precio que no termina por tentar a aquellos productores que todavía guardan soja de la campaña pasada y que ya han aprovechado los dos programas anteriores para liquidar a un buen valor.
En el sector detallan que lo ideal sería que el precio supere los $110.000 por tonelada, algo que los exportadores no estarían dispuestos a convalidar en el corto plazo. A su vez, la apuesta oficial es que de todas formas en los próximos días despegue el ingreso de dólares del campo de la mano de las ventas de soja de la nueva campaña. La cuenta oficial es que podrían ingresar unos u$s5.000 millones en apenas 45 días y para ello se contabiliza a los los productores chicos y medianos que necesitan vender grano para hacerle frente a sus compromisos comerciales y a la nueva campaña de trigo y cebada.
Por su parte, los grandes productores que tienen la espalda financiera para hacerlo, conservarían como es habitual el grano como moneda de cambio y más teniendo en cuenta la necesidad genuina de dólares por parte de la economía local. Además, las elecciones presidenciales de agosto generan expectativas en el sector productivo que aguarda conocer la continuidad o no del actual ciclo político y económico. Un combo explosivo teniendo en cuenta que la sequía redujo la estimación de ingreso de dólares durante este 2023 en alrededor de u$s20.000 millones respecto del año pasado.
Por otro lado, todavía es una incógnita los alcances del dólar dirigido a las economías regionales que debería comenzar a operar los primeros días de mayo. El DNU publicado el lunes en el Boletín Oficial abriría la puerta a que se incluyan productos sensibles en la canasta básica alimentaria del mercado interno y un tipo de cambio diferencial podría generar una escalada de precios. Es por ello que desde el Gobierno aclaran que están trabajando en una resolución paralela en la que se delimitará el acceso a este mecanismo a un puñado de rubros que a su vez rubricarán un acuerdo de precios y de abastecimiento al mercado local. Entre los beneficiados estaría la vitivinicultura, la miel y el maní. En tanto se descarta la carne vacuna, el pollo y productos lácteos como la leche fluida.
Será una semana de definiciones no solo para el campo, sino para la economía en general. Es que el éxito o no de esta medida jugará un rol fundamental en el objetivo de cuidar las reservas. La apuesta del Gobierno sigue siendo el dólar agro con la soja y las economías regionales como motor.
