La 'casa embrujada’ de Urdesa, derrumbada y sin uso

Otra promesa que tampoco se concreta en Guayaquil. El pasado 26 de febrero se cumplió un año en que el Municipio, liderado por Cynthia Viteri, anunció que se construirá el Centro de Habilidades Tecnológicas, donde se levantaba la famosa vivienda en estado de vetustez de Urdesa central mejor conocida como la ‘casa embrujada’. Pero aunque el inmueble ya se demolió, el susodicho centro no aterriza al lugar.

Así es el panorama actual en las calles Higueras y Costanera y donde se encuentra maquinaria, tubos, metales, entre otros elementos de construcción. Sin embargo, en un recorrido de EXPRESO por el sitio, se constató que las tareas se encuentran detenidas. Una persona que se hallaba ahí dijo, de manera reservada, que se construirá un “ducto cajón” y que los trabajos se retomarían en dos semanas.

¿Entonces qué pasó con el Centro de Habilidades Tecnológicas? ¿Cuándo finalmente llegará a la ciudadela? Fueron algunas de las interrogantes que este Diario le consultó al Cabildo, pero hasta el cierre del artículo no hubo respuesta.

Se sabe que la demolición de la antigua casona estuvo a cargo de la Dirección de Obras Públicas, que el retiro de escombros duró un mes. Y esa misma dirección dejaría el lote listo para el citado proyecto, que sería llevado a cabo por la Empresa Pública Municipal para la Gestión y Competitividad (Épico).

Sobre este caso se conoce, mediante un comunicado del Municipio difundido el 26 de febrero del año anterior, que durante la primera fase (del centro) se creará un espacio para el “desarrollo del talento de los jóvenes, quienes podrán capacitarse en tecnología, desarrollar expresiones artísticas y habilidades creativas digitales”. Además, se anunció que el centro contará con áreas de “creación y presentaciones, networking y librería”.

El proceso de demolición se dio luego de que, en una inspección municipal, en noviembre de 2020, funcionarios hallaron colchones, ropa, preservativos y hasta el fuselaje de una avioneta. Fue en ese entonces que la casa, que también fue bautizada como el Inmundicipio, inició el proceso para que se ‘borre’ del mapa del Puerto Principal.

Esto dejó un torbellino de emociones en el vecindario y de nostalgia de muchas personas, sobre todo del plano artístico. Incluso algunos señalan que ya no se escuchan “ruidos” en la noche, pues presumían que hasta “penaban”.

Pero ya se cumplió más de un año de aquel anuncio municipal y, a puertas de que una nueva administración tome las riendas de Guayaquil, la ciudadanía se pregunta cuál será el destino final que tendrá este espacio.

Una de ellas es Clara Gómez, quien espera la llegada al menos de un pequeño malecón, con máquinas geriátricas o una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) para “sentir” un poco de seguridad. “El sector es peligroso y, cuando decidieron venir a demoler la mansión, muchos nos alegramos; vimos así que finalmente se iban a ir los problemas, pero lamentablemente eso está abandonado y no veo qué finalidad tendrá. ¿Quién fiscaliza todo esto?”, se cuestiona la ciudadana.

Gabriela Sandoval, moradora, también se muestra contrariada por la promesa que aún no arriba al sitio. “Lo que sé es que a esa calle la cerraron para arreglos y sí, la demolición de la casa, pero ya lleva muchísimo tiempo. Lamentablemente, las obras paralizadas se multiplicaron en la ciudad. Ojalá la nueva Alcaldía le ponga el acelerador”, comenta.

De acuerdo con el arquitecto Brick Reyes, lo ideal en la zona es que se levante una plaza o plazoleta lúdica que sea un punto de encuentro, ya sea para adultos o niños. “Estos (espacios) son necesarios para la ciudad, en vista de que carecemos de espacios públicos de calidad, donde la comunidad pueda apropiarse de estos y convivir en un espacio verde, que ayudaría al déficit que tiene Guayaquil”, remarca.

El lugar, agrega el urbanista, debe contemplar árboles, iluminación y áreas de actividades para que todos lo aprovechen. “Esa sería la mejor opción de aprovechar este espacio”.

Mientras que para la arquitecta Lili Carbonell se debería aprovechar la vista al estero Salado. “Nunca se debió haber aprobado que se construya al filo de los esteros, pues es zona de manglares. Lamentablemente, se le dio la espalda al estero”, puntualiza Carbonell, quien menciona la idea de un parque lineal en esta área.

Es así como la famosa ‘casa embrujada’ de la ciudadela Urdesa Central, pese a que ya fue demolida, continúa haciendo ruido en la ciudad.

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