El domingo hubo un quiebre en la historia política de Neuquén con la derrota del MPN que gobierna la provincia desde 1962 a manos de Rolando Figueroa, un exdirigente del partido que rompió para diagramar una candidatura por fuera, con apoyos de peronistas, radicales, el PRO y otros MPN desencantados.
Tras la victoria, la agenda de Figueroa fue frenética, ya que las resonancias del triunfo se nacionalizaron a raíz de la importancia de Vaca Muerta.
“La construcción tiene que ser desde las provincias hacia la Nación”, dijo Figueroa en un breve diálogo con este medio, como una respuesta hacia el interrogante sobre su alineación nacional, máxime tras los mensajes de felicitación de dirigentes como Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta o Sergio Massa.
Figuera reiteró que el escenario de la elección iba a ser polarizado con el MPN, y bregó por una transición ordenada. También mencionó que su gestión buscará mejorar el reparto de recursos hacia Neuquén y mejorar los indicadores sociales. Asimismo, manifestó que se siente identificado con los valores del MPN. “Perdió el oficialismo de la Lista Azul del MPN”, dijo en referencia al sector que comanda Jorge Sapag y el gobernador Gutiérrez.
Periodista: ¿Cómo lee los resultados del domingo?
Rolando Figueroa: Es una señal hacia la política respecto a la grieta, que hace daño. Lo mismo ocurrió en Río Negro. Es un mensaje hacia todo el país, porque la ciudadanía está mirando los problemas. Somos un partido provincial y la mirada está centrada en Neuquén. Logramos un gran acuerdo por la provincia y es una nueva mayoría. Es un ejemplo que ojalá tome la Nación.
P.: Recibió mensajes de Macri, Larreta, Massa, ¿con qué espacio nacional se identifica su frente?
R.F.: Soy un político muy provincial. Nací en un pueblo y la mirada es desde ahí hacia lo macro. Y creo que la construcción tiene que ser desde las provincias hacia la Nación, y no al revés. Desde el Obelisco no se ve toda la Argentina. Hay que transformar desde una mirada propia. La propuesta que construimos es neuquina. Los partidos nacionales apoyaron espacios que estuvieron en nuestra lista, pero nosotros tenemos una mirada provincial.
P.: ¿Cómo vivió la victoria?
R.F.: El respaldo de la ciudadanía de Neuquén nos halaga. Es una oportunidad y una gran responsabilidad retribuir esa confianza. Cuando hablábamos de construir un nuevo frente provincial parecía una utopía. Tenemos que hacer grande a Neuquén, no hay revanchismos, tenemos que trabajar unidos.
P.: ¿Cuáles serán sus objetivos de gestión?
R.F.: Conducir la provincia de la mejor manera, para que a los neuquinos nos vaya bien. Hay que cambiar las cosas que están mal. Tenemos los equipos y un proyecto para eso. Estamos preparados. La provincia tiene la posibilidad de poder crecer y que los neuquinos vivan mejor. Neuquén se merece más, aportamos mucho al país y recibimos poco. Necesitamos ser reconocidos por lo que aportamos al país. Los neuquinos están pidiendo eso, que terminemos con las injusticias, acá generamos energía pero la pagamos después más cara que un porteño. Necesitamos más federalismo para crecer.
P.: Como dirigente formado en el MPN, ¿qué opina de la derrota de MPN?
R.F.: Más que el MPN, perdió el oficialismo Azul del MPN. El pueblo ha elegido y todos podemos hacer grande a Neuquén. Se viene un Neuquén con más libertad. Era algo muy difícil, era una lucha desigual, pero ya terminó la etapa electoral. Todo el programa que planeábamos en la campaña salió a la perfección. Ahora hay que ampliar las nuevas ideas. Ellos querían que siguiera todo igual.
P.: ¿Se siente un dirigente del MPN?
R.F.: Yo tengo los valores fundacionales del MPN, pero el oficialismo de la Lista Azul lo transformó en un esquema clientelar. De ese esquema no me siento parte.
P.: En la previa las encuestas daban ganador por poco al MPN, ¿lo sorprendió el resultado final?
R.F.: Nosotros manejábamos nuestros números, que hablaban de una elección polarizada, que es lo que terminó ocurriendo. Después hay operaciones periodísticas, pero lo importante es que luego la ciudadanía confirmó lo que decíamos.
P: En campaña mencionaba las dificultades del crecimiento de la provincia por Vaca Muerta, ¿qué planes tiene?
R.F.: Vinieron muchas personas a vivir a Neuquén, y son nuevos neuquinos. Pero falta infraestructura para acompañar ese crecimiento poblacional. Hay que cambiar las ratios sociales, y eso requiere un enfoque en reclamar lo que nos corresponde. Tenemos que pasar de los récords de producción a los récords de bienestar. Los recursos de Neuquén tienen que incrementarse, y deben quedar en la provincia. Tenemos que lograr la armonización tributaria, que se cree un clima de negocios positivo. Hay que industrializar en origen con pymes provinciales, desarrollar nuestras empresas.
P: ¿Cómo imagina la transición con el gobierno de Omar Gutiérrez?
R.F.: La transición está estipulada por ley. El gobernador va a respetar esos procesos. Tienen que haber puentes para ordenar esa transición. De todos modos, el gobernador tiene mandato hasta el 10 de diciembre y somos respetuosos de esos tiempos. Tengo un afecto personal con el gobernador, es un hombre de trabajo, nos reuniremos para saber qué tiene en proceso y qué debemos cambiar. Estamos muy abiertos al diálogo.
P: En su espacio conviven peronistas, radicales, dirigentes del PRO y el MPN, ¿Cómo se organiza ese entramado al momento de gestionar?
R.F.: Tenemos experiencia, yo fui presidente de Comisión de Hacienda, diputado provincial, ahora diputado nacional. Los políticos tenemos que acordar y centrarnos en que a la gente le vaya bien. Estamos dando un paso hacia adelante para redistribuir oportunidades. Hay que tener en cuenta a todas regiones. Con marcos programáticos atrajimos personas de distintos espacios nacionales, pero bajo una neuquinización.
Entrevista de Ariel Basile (Enviado especial a Neuquén)