El consejero delegado y cofundador de la empresa de operación de criptomonedas Coinbase, Brian Amstrong, advirtió que la compañía estudiará mover su sede fuera de Estados Unidos si no hay una mayor claridad regulatoria en el sector de las criptomonedas.

“Creo que Estados Unidos tiene el potencial para ser un importante mercado para las ‘criptos’, pero ahora mismo no estamos viendo la claridad regulatoria que se necesita”, indicó en una entrevista concedida en la Fintech Week de Londres.

Según Armstrong, “cualquier cosa está encima de la mesa, incluso la reubicación o lo que sea necesario”. “Creo que, dentro de unos años, si no vemos que surge esa claridad regulatoria en Estados Unidos, quizás tendremos que plantearnos invertir más en otras partes del mundo”, agregó.

Coinbase tuvo sus roces con la SEC en las últimas semanas. A finales de marzo, la Comisión advirtió formalmente a Coinbase que estudiaba tomar acciones legales contra la criptobolsa al entender que se habían producido diferentes violaciones de la ley federal de valores estadounidense.

Según el director de cumplimiento regulatorio de Coinbase, Paul Grewal, la firma tiene “mucha confianza” en “la forma en que dirigimos nuestro negocio, el mismo negocio que presentamos a la SEC para convertirnos en una empresa pública en 2021”.

“Seguimos pensando que la elaboración de normas y la legislación son mejores herramientas para definir la ley de nuestro sector que las medidas coercitivas. Pero si es necesario, damos la bienvenida a la oportunidad de que Coinbase y la comunidad de criptomonedas en general obtengan claridad en los tribunales”, añadió.

Además, desde la criptobolsa criticaron duramente la acción de la SEC y denunciaron la falta de cooperación por parte del regulador.

Por su parte, Armstrong también cargó entonces contra el regulador, llegando a asegurar la SEC “simplemente no ha sido justa, razonable o incluso no ha demostrado seriedad en su compromiso con los activos digitales”. Asimismo, el consejero delegado de Coinbase también ha criticado la aproximación del regulador a los servicios de ‘staking’ a raíz de la multa a Kraken y la acción regulatoria sobre su propia compañía.