Este martes habrá una nueva audiencia testimonial en la comisión de Juicio Político que investiga a los cuatro integrantes de la Corte Suprema por irregularidades en su gestión en medio de una fuerte interna dentro propio organismo por desmanejos de la Obra Social del Poder Judicial (OSPJ).
La comisión presidida por Carolina Galliard se reunirá a partir de las 13 horas del martes para indagar en la investigación por presuntas licitaciones sospechosas para el equipamiento de la obra social, además de las denuncias por malas prestaciones de servicios, faltantes de medicamentos, ausencia de balances contables, ausencia de supervisión y gestión irregular de fondos.
Uno de los testimonios más esperados es el del ex director de la Obra Social, Aldo Tonon, a quien el 30 de marzo pasado la Corte le aceptó la renuncia luego de denunciar que no tenía capacidad de ejecución sobre los fondos de la prestadora médica.
Tonón responde al cortesano Maqueda, quien quedó en el ojo de la tormenta porque fue el responsable de supervisar la obra social durante más de diez años.
La investigación también se meterá en las presuntas responsabilidades de Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti cuando a cada uno de ellos le tocó presidir la Corte.
La agencia NA informó que Tonón pidió excusarse de declarar ante la comisión alegando que ya está siendo investigado penalmente por este mismo motivo en una causa que tramita el juez Ariel Lijo y advirtió que de comparecer podría autoincriminarse.
Además de Tonón, declarará la contadora Melisa Solana, quien renunció repentinamente a la OSPJN en medio de la crisis de la empresa.
También fue convocada la médica legista y perito de la Corte María Cristina Interlandi, las trabajadoras judiciales afiliadas a la OSPJN Laura Coulin y Liliana de Brito, para dar testimonio sobre el deterioro de las prestaciones de salud de la obra social, y Oscar Fernández, quien fue parte de una auditoría que ordenó la Corte en 2021.
La auditoría llegó a la conclusión de que entre entre 2008 y 2021 la comisión no tuvo un sistema formal de contabilidad, la mayoría de las contrataciones eran irregulares, no había manuales de procedimientos.