La fortuna personal del rey Carlos III es de casi 1.815 millones de libras, unos u$s2.260 millones, según una investigación del periódico británico The Guardian, que analizó la colección de arte, las joyas heredadas de su madre, los coches de lujo y las propiedades del monarca, que incluyen castillos y un cuadro de Monet. La exorbitante suma es tres veces superior a la estimada.
El crecimiento de la fortuna se apoya en un factor clave: la realeza está exenta de pagar el impuesto a la herencia, que aplica a montos por encima de los u$s400 mil y ronda un 40% para el resto de la población. Por ello, Carlos pudo recibir todos sus bienes tras la muerte de Isabel II.
Según el informe, consultado con estimaciones de 12 expertos, Carlos, que será coronado el próximo mes, posee personalmente vehículos valorados en u$s7,8 millones, entre ellos Rolls-Royce, Bentleys y Jaguars. Además, el castillo de Balmoral, que fue propiedad privada de la reina Isabel II hasta su fallecimiento en septiembre de 2022, se valoró en u$s100 millones. Por su parte, la finca donde la realeza pasa las Navidades, Sandringham, se valoró en u$s311 millones.
La colección de caballos de la reina, compuesta por unos 70 pura sangre, se valoró en u$s33 millones, y Carlos ya empezó a venderlos, ganando u$s2,8 millones en una subasta. La realeza también posee una colección de sellos con cientos de miles de entradas, que los expertos valoraron en u$s124 millones.
Entre la colección real de arte se encuentra un Monet valorado en 20 millones de libras, junto con otras 60 obras valoradas colectivamente en casi u$s30 millones. En tanto, una colección de 54 joyas de propiedad privada se estimó en un valor de 687 millones de libras.
El diario indicó que uno de los cálculos más difíciles fue sobre las inversiones del Rey, ya que se conoce poco al respecto, por lo que usó reportes previos sobre movimientos de la reina en acciones y fondos de inversión, calculando un rendimiento promedio conservador sobre los ahorros, y descontando pagos en el divorcio de Carlos y la princesa Diana. El resultado de las participaciones reales privadas se estimó en u$s176 millones.
En respuesta al Guardian, el vocero del rey rebatió las cifras, calificándolas de “mezcla altamente creativa de especulación, suposición e inexactitud”.