El titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y el ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvieron esta mañana, en la quinta de Olivos, reuniones por separado con el presidente Alberto Fernández que sirvieron para acercar las diferencias que separan a ambos funcionarios del área económica, según señalaron fuentes oficiales a Ámbito.
En particular, el tema que enfrentaba al titular del Palacio de Hacienda y al responsable de la conducción monetaria era el nivel de la tasa de interés. Según trascendió, Pesce era partidario de no apurarse en la suba de la tasa, en tanto que en Economía señalaban que era necesario un ajuste.
La solución fue salomónica, según evalúan en medios de la Casa Rosada: el Presidente avaló al titular del BCRA pero también se acordó una suba de 300 puntos básicos en la tasa de referencia.
De esta forma, la nueva tasa nominal anual (TNA) del plazo fijo tradicional y de las LELIQs queda fijada en el 81%, con una efectiva anual (TEA) del 118%, lo que equivale a una tasa efectiva mensual de 6,75%.
En los últimos días los dólares financieros tuvieron una escalada incentivados por la incertidumbre sobre la continuidad de Massa al frente de la conducción económica.
En este sentido, el ministerio de Economía evaluó como positiva la reacción del mercado tras la difusión de la foto del presidente con Massa, ya que a partir de ese momento se frenó la escalada de los dólares financieros y mejoró la paridad de los bonos.
No obstante, en el mercado se señala que la situación sigue siendo compleja en la medida en que continúa sin resolverse el faltante de divisas y esperan definiciones en cuanto a los créditos externos que el ministro Massa está negociando por un valor superior USD 10.000 millones con el FMI.
En la reunión que mantuvo el presidente Fernández con su par estadounidense, Joe Biden, la administración norteamericana ofreció construir “un puente” para ayudar a la Argentina a salir de la difícil situación en la que se encuentra, pero a cambio pidió frenar el avance de China en el país. Sin embargo, la administración argentina no estaría dando señales en este sentido, según señalan fuentes diplomáticas.
Tras el dato de inflación de marzo -7,7%- que sorprendió al Gobierno, se acentuaron los reproches entre Massa y Pesce, en un vínculo que nunca fue aceitado, reconocen en fuentes oficiales.
Para el Palacio de Hacienda es clave que se mantenga la tasa de interés en niveles positivos para de esta manera retener los depósitos en pesos en el sistema y cumplir con un criterio fundamental del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, Pesce habría planteado la necesidad de no apurarse en la suba de las tasas atendiendo tanto al efecto recesivo de esta medida como a su impacto monetario, de acuerdo a comentarios de su entorno, sin solucionar el principal problema que es la falta de divisas derivada de la pérdida de exportaciones que provocó la sequía – unos USD 20.000 millones-.
Por su parte, en el entorno del Ministerio de Economía dan a entender que la baja liquidación de divisas por el “dólar agro” sería consecuencia de una inadecuada implementación por parte de la conducción monetaria.
Ayer no hubo ingreso de divisas por esta vía obligando al BCRA a vender USD 197 millones, en una jornada en que los dólares financieros subieron entre 2 y 3%. La situación se revirtió hoy con una liquidación del orden de los USD 72 millones.
“Las Leliqs se multiplicaron x10 en la actual gestión de Gobierno hasta los $12 billones en la actualidad, equivalente a USD60.000 millones al oficial o USD30.000 millones al tipo de cambio financiero” señala un estudio de Ramiro Castiñeira.
Las estimaciones de este economista arrojan que el déficit cuasifiscal del BCRA, que nace en el pago de intereses que genera su propia deuda, llegará a 6% del PBI este año, ubicándose por encima del desequilibrio del Tesoro.
Calcula que el BCRA actualmente remunera su deuda con una tasa de interés del 113%TEA, que le genera una emisión monetaria de $800 mil millones por mes, equivalente a más de $12 billones por año, constituyéndose en el principal factor de emisión monetaria.