Desde que el propio Davide Campari inauguró el Camparino en 1915 en Milán, el Campari Soda es la bebida más popular de la carta. Davide siempre pensó que el Campari sabía mejor cuando se servía con soda; para él era la forma perfecta de disfrutarlo y la mejor manera de realzar todos sus sabores, convirtiéndolo en un aperitivo único. ¨Las propiedades distintivas del agua carbonatada realzan el sabor de la bebida como ninguna otra cosa puede hacerlo¨, manifiesta Tommaso Cecca.

El lugar más importante en la historia del Campari Soda es el bar Camparino ubicado en la Galleria Vittorio Emanuele II, frente al Duomo milanés. Allí tanto la preparación como la presentación del cóctel siguen siendo las mismas desde hace 108 años.

Campari Group trae al país el secreto del cóctel: la Máquina de Soda, y a su bartender estrella, Tommaso Cecca. ¨Desde Campari Group Argentina queremos acercar a nuestros consumidores los cócteles clásicos que nos hacen conocidos en todo el mundo. Y acercarlos de manera que la experiencia sea totalmente “worldclass”, explica Estefanía Jacobs, responsable de la marca Campari en Argentina. ¨Nuestra apuesta fue traer a Buenos Aires la máquina de soda que se utiliza en nuestro bar insignia, el Camparino, y además de la máquina, trajimos a Tommaso Cecca, Head Bartender del Camparino¨, apunta.

El Camparino se diseñó con un innovador sistema que garantizaba un flujo continuo de agua helada carbonatada directamente desde las bodegas del bar. Esta creación revolucionó la forma de disfrutar del Campari Soda, ya que se servía a los numerosos clientes un cóctel siempre perfectamente frío gracias al agua que producía a través de la pistola de soda.

El vaso correcto que debe usarse es el vaso alto y estrecho, conocido como Collins. ¨La forma del vaso puede marcar la diferencia en el sabor de una bebida. En este caso el vaso alto y estrecho es perfecto, ya que acentúa todos los componentes del cóctel. La estructura recta de las paredes del vaso garantiza que la espuma permanezca en su interior sin escaparse ni desbordarse. En el Camparino de Galleria utilizamos incluso un vaso congelado, lo que garantiza que la espuma se mantenga durante más tiempo, ya que permite un mayor agarre¨, destaca Tommaso.