Si bien los billetes tienen una simple función dentro de la economía de cualquier país, muchos de ellos muestran una pequeña obra de arte de valor histórico incalculable que revela secretos acerca de la época en la que se utilizaba. Por esto, Forbes realizó el ranking de los 10 billetes más raros.
James Boggs era un artista y maestro de la falsificación que pintaba sus propios billetes a mano. A veces, incluso llegaba a pintarlos mientras comía y después pagaba con ellos. Fue arrestado en diversas ocasiones, pero hoy su obra es pieza de colección.
En torno a 1988 el Banco Australiano empezó a usar Polímero de Polipropino para fabricar los billetes. Este es un compuesto que, además de dificultar su falsificación, los convertía en resistentes al agua.
En 2008 la gran inflación de Zimbaue devaluó la moneda y llevó a que 700 millones servían para comprar algo de pan. La única solución fue remplazar la moneda nacional por los dólares americanos, y hoy los antiguos billetes con cifras estratosféricas no son más que piezas de coleccionista.
Este tipo de billete, emitido en Singapur en el año 1973, vale por sí solo 10.000 dólares. Lo fascinante es que continúa siendo de curso legal, aunque su última emisión fue en 1999. Diseñado simulando el oro, está protagonizado por el retrato del presidente Bin Yusof Ishak.
La peculiaridad de este billete reside en el hecho de que sólo se conoce la existencia de tres ejemplares. Fue emitido en China en 1909, y tan sólo dos años después, el Banco Central de China fue sometido a una reorganización, retirando de la circulación y destruyendo miles de billetes.
Emitido en las Islas Fiji en el año 1942, en su época equivalía a tan solo 1/240 libras.
Mientras en la mayoría de billetes de la historia predomina un único color, estos billetes holandeses del año 1985 presentan un colorido diseño que esconde los nombres de las tres mujeres más importantes de la vida de su creador: su abuela, su mujer y su amante.
Data del siglo XIV y procede de China. Teniendo en cuenta que en Europa no se utilizó el papel moneda hasta el siglo XV, parece increíble que todavía se conserve.
Para conmemorar el Centenario de la Independencia del dominio colonial español, el gobierno de Filipinas sacó a circulación un billete de grandes dimensiones: 0,355 m de ancho por 0,215 m de largo. Sigue en curso legal, aunque sólo se pudo conseguir mediante subasta.
Emitido en Marruecos en 1944, su valor era de sólo 50 céntimos y sus dimensiones, diminutas: 43 mm de ancho por 31 de largo.