Ecuador tiene un aproximado de 17’800.000 habitantes; 0,30 % equivale a miembros activos de bandas criminales. A nivel mundial existe una tendencia a facilitar y legalizar abortos sin opción a legítima defensa a ese pequeño corazón que está latiendo, pese a no haber cometido ningún crimen. Los criminales violan, matan, disparan a mujeres embarazadas, ancianos, choferes de ambulancia, policías; el crimen organizado amenaza de muerte a jueces, fiscales, policía, y a militares y sus familiares para facilitar la liberación o reducir drásticamente la condena. La solución mundial a través de NN. UU. y los grandes organismos es viabilizar jurídicamente la eutanasia para criminales y consumidores de droga en etapa terminal o no cooperantes para su desintoxicación. Esta óptica debe ser considerada como nuevo orden mundial. No se trata de encerrar a los criminales, que desde las cárceles realizan sus operaciones y logística criminal, manteniendo los inhibidores de señal apagados; sino de aplicar la eutanasia para evitar seguir gastando millones de dólares en mantenerlos en lugar de destinar esos recursos a la población productiva y honesta. En el mismo sentido, aplicar ligaduras y vasectomía a padres consumidores de droga que siguen procreando hijos en condiciones inhumanas y sometidos a maltratos o alquilados para mendicidad o ser violados por sus propios padres o terceros. Hasta entonces seguiremos atemorizados y subyugados al crimen organizado, enfrentando una justicia desorganizada, corrupta y aterrada.
Gunnar Lundh