Se promocionó como un tratamiento estético, rápido e indoloro, para eliminar los "sacos de grasa" alojados en diferentes partes del cuerpo, pero ahora se advirtió que podría generar "desfiguraciones" y un efecto totalmente opuesto al buscado.
Se trata del CoolSculpting, que procura eliminar la grasa indeseada con un tratamiento de aplicación de frío, y hace más de una década llegó al mercado.
Sintéticamente, se lo promocionó como capaz de congelar y eliminar sacos de grasa persistentes de forma rápida, indolora y sin cirugía, y asegurar vientres más planos y mandíbulas más marcadas.
Además, contó con el respaldo académico de un laboratorio del principal hospital universitario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Las máquinas CoolSculpting resultan habituales en las consultas de dermatología y cirugía plástica, así como en los spas médicos, y mueven millones de dólares.
La criolipólisis, el término técnico con el que se conoce el procedimiento, el que consiste en colocar el dispositivo en una zona concreta del cuerpo para congelar las células adiposas. Los pacientes suelen someterse a varios tratamientos en la misma zona. En los casos exitosos, las células mueren y el cuerpo las absorbe.
Pero en algunos otros, según se reveló, el procedimiento provoca graves desfiguraciones, y la grasa puede aumentar de tamaño, endurecerse y alojarse en el cuerpo, a veces incluso adoptando la forma del aplicador del dispositivo.
Incluso, este efecto secundario, denominado "hiperplasia adiposa paradójica", suele requerir cirugía para corregirlo.
Se recuerda el caso de la famosa modelo Linda Evangelista, quien dijo que “aumentó, no redujo, mis células grasas y me dejó permanentemente desfigurada”, en 2021.
Al respecto, el New York Times, en base a documentos internos, demandas, estudios médicos y entrevistas, alertó que el riesgo para los pacientes "puede ser bastante mayor" que lo difundido por los laboratorios.