Los dos detenidos como sospechosos por el crimen del colectivero Pedro Barrientos, asesinado a balazos durante un robo el 3 de abril en La Matanza, fueron liberados por falta de pruebas aunque todavía sigue la investigación de la causa y no quedaron descartados.
Alex Gabriel Barone (19) y Gabriel Alejandro Barone (24), la semana pasada ya habían tenido resultado negativo la prueba de barrido electrónico que no detectó restos de deflagración de disparo de arma de fuego en sus manos o sus ropas.
El fiscal de la causa, Gastón Duplaá, resolvió no solicitar prisión preventiva para los Barone por lo que ya recuperaron su libertad, según informaron fuentes judiciales a Télam. Un vocero de la investigación aclaró que, a pesar de esta resolución, los dos "no quedan desvinculados formalmente" de la causa.
Por otro lado, hay tres sospechosos más que continúan detenidos, pero como acusados del robo del auto presuntamente utilizado para cometer el crimen, agregaron los informantes.
El último 3 de abril a las 4.30 de la madrugada, dos delincuentes subieron a una unidad de la línea 620 en la parada ubicada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza, en la localidad de Virrey del Pino, de La Matanza y en un robo con amenazas con armas de fuego, los delincuentes dispararon al chofer del colectivo que estaba indefenso y que no había presentado ninguna resistencia.
Mientras Barrientos murió sentado al volante de su unidad, un efectivo de civil de la Policía de la Ciudad que estaba entre los pasajeros extrajo su arma reglamentaria y se enfrentó a tiros con los asaltantes, que escaparon.
En el lugar se realizaron 16 disparos y una cámara de seguridad registró cuando los ladrones huyeron corriendo hasta el cruce de una calle en la que se presume los aguardaba un Fiat Siena en el que finalmente huyeron.
Luego del crimen, choferes de 86 líneas de colectivos de la zona oeste del conurbano, convocados por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), iniciaron una medida de fuerza y realizaron cortes en reclamo de seguridad sobre la ruta 3 y la avenida General Paz, a la altura de Lomas del Mirador.
En medio de una de esas protestas, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, arribó al lugar y cuando daba entrevistar a los medios de prensa fue agredido por los choferes que lo insultaron, apedrearon y golpearon con puños y patadas, por lo que debió ser retirado del lugar por personal de Infantería de la Policía de la Ciudad y asistido en el Hospital Churruca por una fractura de cráneo y hundimiento de la órbita ocular.