El mercado cambiario está atravesando jornadas de tensión. Ante una combinación de factores locales, como la aceleración inflacionaria y una participación escasa de los productores en el tercer Programa Incremento Exportador, las cotizaciones financieras del dólar se dispararon y tocaron máximos nominales. Ante este panorama, además de subir la tasa, el Banco Central aceleró el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial a máximos en la gestión de Alberto Fernández. En lo que va de abril, el crawling peg avanzó a un ritmo mensualizado del 6,9%.
El dato de inflación del 7,7% que difundió el INDEC para marzo superó todos los pronósticos y fue la variación mensual más alta desde abril de 2002. Asimismo, puso un piso a la inflación de los próximos meses del 7%, según privados. En ese marco, el BCRA aumentó 300 puntos básicos la tasa de interés al 81% TNA, lo que dio margen para acelerar el ritmo de depreciación mensual del tipo de cambio oficial y evitar que se profundice aún más el atraso cambiario acumulado, tal como pidió el FMI en la última revisión, en la que reiteró que para fortalecer la competitividad y fomentar la acumulación de reservas, la tasa oficial de crawling peg permanezca consistentemente por encima de la inflación y por debajo de las tasas de interés de política monetaria.
De esta forma, el crawling peg tuvo una marcada aceleración desde el 18 de abril en adelante. Según datos del analista financiero Salvador Vitelli, en la jornada de ayer, en medio de las tensiones cambiarias que llevaron al dólar blue cerca de $500, el ritmo de devaluación diario fue de 0,29%, que mensualizado da una tasa efectiva de 9,1%.
Sobre este punto, Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras, destacó: “Este movimiento fue similar a lo que ocurrió en el mes pasado, cuando sorprendió el dato de IPC de febrero y el BCRA subió las tasas de interés. Si no aceleren el crawling peg, se quedan demasiado atrasados contra la inflación mensual, y con la nueva suba de tasas los intereses de los pasivos remunerados van a erosionar aún más el patrimonio neto de la entidad monetaria”.
Sin embargo, a pesar de la aceleración, la devaluación mensual queda por debajo de la inflación esperada lo que no ayuda a revertir el atraso acumulado, que según las últimas estimaciones del FMI es de entre el 10% y 25% para el tipo de cambio real multilateral.
Ante la participación por debajo de las expectativas en el “dólar agro”, el mercado duda de que se liquiden los u$s5.000 millones estimados oficialmente para el programa. Este factor encendió alarmas y volvió a generar incertidumbre sobre la debilidad de las reservas de la autoridad monetaria y presionó los dólares financieros. Actualmente las brechas cambiarias superan el 110%, valores de brecha que no se veían desde septiembre y octubre de 2022. Esta fuerte volatilidad cambiaria se vio reflejada en los mercados de dólar futuro, que operaron con subas en todos los plazos en la última semana, reflejando un aumento en las expectativas de devaluación para los próximos meses. Las tasas implícitas de Rofex continúan con una fuerte tendencia alcista y subieron 5.348 pbs (53%) en lo que va de abril. De esta forma, las expectativas de devaluación para los próximos meses superan el 8,5% mensual desde mayo hasta diciembre de este año, evidenciando una fuerte suba en junio (11,8% mensual) y agosto (17,5% mensual).
Sobre este punto, Reschini señaló: “Las subas comenzaron a principios de marzo, pero se acentuaron fuertemente desde el 13 de abril en adelante. Creo que responde a principalmente tres factores: la sorpresa inflacionaria luego del dato de marzo que obligaría al BCRA a subir tasas y acelerar el crawling peg, el magro resultado de la tercera edición del Programa Incremento Exportador, y la escalada de los tipos de cambio alternativos”.
En esta línea, desde Ecolatina destacaron que “se conoció que en marzo el BCRA incrementó levemente su posición vendida en futuros con relación a febrero, pasando una posición casi neutral a una de u$s225 millones, aún muy reducida con relación a los guarismos que se vieron a lo largo de 2022, cuando promedió u$s2.800 millones, con un pico en julio por casi u$s7.100 millones”.