El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió la renuncia de todo su gabinete y obtuvo la salida de siete ministros y el cambio de un alto funcionario. Las renuncias se dieron en el marco de la crisis desatada por el anuncio del fin de la coalición de gobierno en el Legislativo, durante el trámite de la reforma a la salud.
"Reafirmamos nuestro compromiso de ser siempre fieles al mandato popular recibido, y hemos decidido configurar un gobierno para redoblar nuestra agenda de cambio social al servicio de las grandes mayorías de ciudadanos y pueblos de Colombia", señaló Presidencia en el comunicado que anunció el recambio.
El cambio más sorpresivo fue el del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, un prestigioso economista cuyo nombre generaba tranquilidad a los mercados externos por su aplomo y amplió conocimiento. En su reemplazo fue designado el también economista Ricardo Bonilla, otro académico y estudioso que acompañó a Petro en la Alcaldía de Bogotá.
La otra salida que sorprendió fue la de la ministra de Salud, Carolina Corcho, para muchos la fuente de la discordia entre el Ejecutivo y el Congreso. Corcho se había convertido en la voz discordante por sus posturas y sus formas frente a los políticos tradicionales, en particular por la reforma del sector, que fue el asunto que fracturó la relación del gobierno y los partidos de coalición en el Congreso.
En su reemplazo, Petro designó al médico y dirigente político Guillermo Alfonso Jaramillo, quien también trabajó con él en la Alcaldía de la capital. Además de ellos salió del gabinete el ministro del Interior y portavoz, Alfonso Prada, muy cercano al expresidente, Juan Manuel Santos, otro crítico de la reforma a la salud. En su lugar estará el exsenador Juan Fernando Velasco, quien se desempeñó hasta hoy como el consejero presidencial para las regiones y director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres.
La ministra de Agricultura hasta hoy, Cecilia López, también fue reemplazada por Jhenifer Mojica. Tanto la salida de López como la de Ocampo pueden entenderse como un mensaje de la ruptura del Presidente con el Partido Liberal (centro). Lo mismo puede decirse de la salida del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, del Partido Conservador (centro derecha), que fue reemplazado por William Camargo, actual director de la Agencia Nacional de Infraestructura.
El otro mensaje de ruptura fue la salida de la hasta hoy jefa de la cartera de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Sandra Urrutia, que representaba en el gobierno al Partido de La U (centro derecha), otro de la coalición. A Urrutia la sustituirá en el cargo Mauricio Lizcano, quien se venía desempeñando como el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, que será ahora gerenciado por Carlos Ramón González, cercano a Petro. A todo esto se suma el cambio en el ministerio de Ciencia, a donde llegará Yesenia Olaya, que reemplaza a Arturo Luis Luna.
Petro le solicitó la renuncia "protocolaria" a todo su gabinete de ministros, luego del resultado del primer debate del articulado de la reforma a la salud, que impulsa.
En rigor, no es la primera muestra de que el mandatario colombiano estaba pensando solicitar la renuncia a los ministros que lo acompañan en el gabinete, ya que días pasados había pedido la dimisión de varios de los viceministros que pertenecen a los otrora aliados de los partidos Conservador, Liberal y la U.
Estos partidos, que conforman la coalición de gobierno, decidieron darle la espalda al documento de la reforma a la salud.
También se observó que el presidente revisó las metas y el nivel de ejecución con cada uno de los jefes de cartera, y advirtió que todos estaban por debajo de las metas establecidas desde el principio de su administración, lo que podría adjudicarse a falta de pericia, o bien una intencionalidad de frenar las iniciativas del Gobierno, el primero de tinte inclusivo en décadas en ese país.