Berardo: “La tradición le da más fuerza a lo joven y nuevo”

 Berardo: “La tradición le da más fuerza a lo joven y nuevo”

“Lo consagrado potencia lo nuevo y lo nuevo necesita amigos”, dice Diego Berardo, director del Cultural San Martín, que este año hace foco en los 40 años de democracia y combina artistas ya instalados como Carlos Gianni en su primera vez como director, Oski Guzmán o Mariano Stolkiner, con creadores jóvenes. Durante estos días y hasta fin de abril el Cultural respira cine, como una de las sedes del Bafici y cientos de espectadores circulan por sus salas, además de la propuesta de artes escénicas que tiene en cartel “Terco” (Marcelo Savignone), “Volcán de brujas” (Ezequiel Tronconi), “Hermafrodita” (Carlos Casella), “Pegaso” (Pablo Cusenza) y “Las jóvenes promesas” (Los Pipis).

Actualmente conviven 8 muestras de artes visuales, entre ellas “Teatrum Mundi”, “Neurouniversos” y “La era del peluche”, en tanto entre abril y mayo se estrenan “María es Callas” (Tatiana Santana), “Buscando al Che” (Matías Puricelli) y “Ensayo sobre nosotros” (Nacho de Santis). Dialogamos con Berardo.

Periodista: Buscan dar espacio a artistas jóvenes que conviven con referentes e históricos, ¿qué puede decir?

Diego Berardo: Ese concepto se aplica a todo lo que hacemos. Apuntando a los 40 años de democracia y cultura en democracia, no haremos una revisión con las obras pero sí hablaremos y pensaremos cultura, combinando a aquellos jóvenes que nacieron en democracia y conocen todo lo que conquistó, en el encuentro con aquellos que tuvieron que pelearla para que se lograra, acaso desde hechos artísticos escondidos. Como la cultura es fundamental para construir ciudadanía democrática, sobre todo en este país en donde mucha gente considera que tiene algunas deudas, nosotros queremos resaltar las cosas positivas de la democracia, desde terminar con la censura en el cine apenas asumió Alfonsín hasta la conquista de nuevos derechos por parte de todos.

P.: Este año es el primero con programación nueva tras los resabios de pandemia.

D.B.: Cerramos después de presentar la programación en 2020 y habíamos asumido el compromiso de poner en escena todo una vez que se abrieran las salas. En 2021 y 2022 hubo mucha obra que era para 2020 y así pudimos cumplir con nuestra palabra. Fuimos la segunda sala pública en abrir después del CTBA, en la sala A con un aforo reducido. Al final de esa primera función la gente lloraba. No nos podíamos abrazar pero hacíamos puñito con piel de pollo. Recién el año pasado pudimos pensar y consolidar la programación que abarcará todas las artes.

P.: ¿Sigue siendo frecuente la confusión entre el Teatro San Martín y el Centro Cultural San Martín?

D.B.: Sí, y a diferencia del CTBA, somos un Centro Cultural donde desarrollamos actividades escénicas pero también nos interesa el resto de las artes como las letras, cine, música, pensamiento, artes visuales, así que el año pasado potenciamos esas actividades. Para este año el objetivo es apuntar a todo, además de los cursos y talleres, un récord de serán 130, cantidad y prestigio son su marca distintiva. El Cultural es reconocido por sus cursos y talleres, por ejemplo, María Onetto inició su carrera docente aquí. Logramos recuperar esa vocación por transformar este espacio en una usina; arrancamos tímidamente con cuatro residencias en 2021, avanzamos con 6 en 2022 y vamos a tener 8 este año. Eso permite que muchos artistas puedan crear sus proyectos desde un punto cero y estén acá pensando, creando, equivocándose, desarrollando y llegarán a escena en 2024.

P.: ¿Cuál es el público del Cultural San Martín?

D.B.: Recuperar artistas y público joven era un desafío. Se ha recuperado público joven pero el Cultural tiene publico diverso, para todas las edades, Jazzologia es ejemplo de eso. Hasta 2021 los adolescentes y jóvenes no venían tanto aquí. Generamos proyectos nuevos con jóvenes como Los Pipis Teatro, Mariana Cumbi Bustinza, los chicos del método Kairos, alianzas con sectores de la cultura independiente y por eso coproducimos con ellos. Incorporamos pensar joven, para hablar de las problemáticas de los jóvenes de nuestro país de la mano de sus referentes, y formatos más frescos como el Filopallooza, que desarrolla Tomás Balmaceda y piensa la filosofía de manera divertida. También esta el “Borgespallooza”. En la puerta de entrada, el hall y la esquina donde está la pirámide del Cultural, hay mucha intervención de artistas urbanos, producto de la idea vinculada a refrescar el espírtu de este lugar, eso nos permite generar empatía y amistad con públicos que consumen cultura urbana como murales o intervenciones.

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