De crema, de frutilla, de chocolate y hasta de menta, las Oreos son una de las galletitas más populares del mundo.
Sin embargo, más de un siglo después de la creación de Oreo, muchos consumidores no han resuelto un problema frustrante: cómo separar la galletita para que ambas obleas tengan partes iguales de relleno.
Diferentes especialistas del Instituto de Tecnología de Massachusetts cayeron en el enigma y comenzaron la búsqueda para averiguar si había algún truco para que la crema logre adherirse a ambas mitades.
Si bien los cienfícos que investigaron este acertijo se encargan usualmente de estudiar los materiales que podrían usarse como tinta para la impresión en 3D, la analogía de intentar abrir una Oreo también era digna para analizar. Y fue así como comenzó el camino.
En el estudio pegaron galletas Oreo de varios sabores al reómetro y luego las torcieron a diferentes velocidades. Los materiales con propiedades mecánicas similares a las de la crema de la galletita, como la pasta de dientes, se parten por la mitad cuando se someten a una torsión suficiente.
Y la velocidad no importa, incluso tardando 10 minutos en separar las dos caras de la galletita el resultado era el mismo. Esto sugiere que la crema es más fuerte que pegajosa, por lo que es más probable que permanezca unida que adherida a la oblea.
Después de poner a prueba más de 1000 Oreos, los investigadores descubrieron que el relleno se adhería a una sola oblea aproximadamente el 80% de las veces.
Lo que quiere decir que si se puede lograr que el relleno este en las dos partes de la galletita, sólo que es muy complicado y lleva varios intentos. Para ser más precisos, 8 de cada 10 intentos serán fallidos.