Nueva etapa en el FMI: asume Valdés y se ocupará del caso argentino

 Nueva etapa en el FMI: asume Valdés y se ocupará del caso argentino

Desde ayer comenzó una nueva etapa en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que marcará el futuro de la relación entre el país y el organismo financiero que maneja Kristalina Georgieva. Asumió formalmente como director gerente para el Hemisferio Occidental el chileno Rodrigo Valdés, en reemplazo del brasileño Ilan Goldfajn y quien por cuestiones de suerte geográfica y administración burocrática del Fondo, tendrá a su cargo la silla eléctrica de manejar la causa argentina. Valdés llega a tiempo para ser el responsable de controlar, fiscalizar y ejecutar la nueva versión del acuerdo de Facilidades Extendidas que funcionarios del ministerio de Economía negocian en estas horas (y en su etapa final) y discuten (acaloradamente a veces) en la sede del organismo en Washington.

Más allá de los términos que se discuten en estas jornadas, Argentina podría especular con que la relación futura con el FMI y la vigencia del tratado se ejecute con mayores flexibilidades que hasta la semana pasada. Y con un clima de mejor comprensión ante la realidad económica local. Y que si bien no hay que esperar cambios radicales en cuanto a las reglas generales para el caso argentino (siempre polémico y con críticos crónicos dentro del staff del FMI), algo que además depende exclusivamente de lo que decida el Board del organismo, al menos tendrá interlocutores más predispuestos y preparados para entender la realidad criolla. Dicho de otra manera, lo que un gobierno argentino pude comprometer para lograr las metas firmadas. Y lo que no. Al menos esta fue la expectativa que nació luego de conocerse quién era el próximo director gerente para el Hemisferio Occidental, que reemplaza formalmente al brasileño Ilan Goldfajn, ya asentado como titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y a su interino, el inglés Nigel Chalk.

A comienzos de marzo la propia Georgieva fue quien había anunciado que el elegido para el estratégico cargo, que tiene, por ejemplo, bajo custodia a toda América Latina; era el chileno Rodrigo Valdés. Exministro de hacienda de la época de Michelle Bachelet y muy conocedor de la realidad política, económica, financiera y cambiaria del país.

Pero, fundamentalmente, lo que puede esperar Argentina con la llegada del economista chileno proveniente de las filas del MIT de Boston, es una visión algo más estructuralista y amplia sobre las políticas reales que el país puede aplicar para lograr las metas comprometidas con el FMI. Concretamente no es una persona con la que puedan discutirse flexibilidades de metas. Pero sí la posibilidad de aceptar gradualismos flexibles y entendimientos sobre medidas complejas como la falta de velocidad en el levantamiento de restricciones cambiarias o movimientos financieros de canjes o cambios de carteras de endeudamientos; algo que espantó a Chalk y su gente.

Valdés demostró en toda su carrera de funcionario y en sus visitas al país (varias en funciones en Chile y luego como conferencista) mostrar mucha voluntad de comprensión ante Argentina, y se explayó en la idea de pensar lo mejor para el país más allá de lo que los libros y normas del Fondo indiquen y obliguen. Habrá que ver si estas inquietudes pueden ser desplegadas en los rígidos anaqueles del organismo. Pero lo cierto es que, al menos, se puede aguardar una personalidad más dispuesta a escuchar argumentos y encontrar vías negociadas antes que la aplicación de las clásicas recetas que vienen de Washington.Mientras tanto, continúan las negociaciones entre funcionarios argentinos y del FMI para destrabar la reestructuración del acuerdo de Facilidades Extendidas suspendido virtualmente desde el miércoles pasado, cuando el ministerio de Economía comenzó a utilizar divisas para frenar la corrida cambiaria en los mercados de dólares del MEP y el CCL. Desde el viernes se encuentran negociando (de manera virtual) el viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores de Hacienda Leonardo Madcur y el encargado de la relación con los organismos internacionales Marco Lavagna. Del otro lado discuten el encargado del caso argentino, Luis Cubeddu. Y, si todo sale bien, aparecerá en escena la número dos del FMI, Gita Gopinath; la delegada del Fondo para cerrar el acuerdo final con la Argentina, al ser la persona que se ganó la confianza de la administración de Joe Biden para negociar con el país. La subdirectora gerente del FMI cerró una buena relación con Sergio Massa en los últimos encuentros que ambos protagonizaron, y lograron certificar la confianza mutua en varias conversaciones vía WhatsApp. Ahora, ya ingresado el tratamiento del acuerdo en su etapa final, se espera que Gopinath saque a relucir su espíritu negociador y acelere el cierre de las discusiones. En realidad todo dependerá entonces de Gopinath y su espíritu negociador. Si hay acuerdo, será Valdés quién tenga que controlar lo que se firme.

Recomendar A Un Amigo
  • gplus
  • pinterest
Commentarios
No hay comentarios por el momento

Tu comentario