En Tucumán celebran por partida doble los planes de inversión de Scania. La automotriz sueca acaba de anunciar el desembolso de 18 millones de dólares para la incorporación de nueva tecnología en la planta que tiene en la provincia, donde fabrica cajas de cambios para los camiones y buses que salen de las factorías de Brasil y Suecia.
Pero las expectativas de futuras inversiones para ampliar la capacidad de producción tucumana siguen altas, ya que Scania avanza a paso firme con la instalación de una fábrica propia en China, que implicará mayor demanda de componentes.
El futuro hub industrial de Scania en China tiene fecha de habilitación para 2025. Para ese entonces, la planta tucumana habrá concluido la nueva etapa de actualización tecnológica que le permite mantenerse al mismo nivel tecnológico que la casa matriz de Estocolmo.
La factoría de Tucumán, inaugurada el 26 de marzo de 1976, está operando actualmente al máximo de su capacidad, con 670 empleados trabajando en cuatros turnos todos los días de la semana. La producción estimada para este año es similar a la del año pasado, con unos 31.000 diferenciales y 38.000 cajas de cambio para vehículos pesados. El 90% se envía a Brasil y el 10% a Suecia, aunque la proporción fluctúa levemente según las necesidades productivas de cada año.
A valores promedio, la producción de Tucumán representa exportaciones por u$s185 millones. Muchos de esas autopartes luego ingresarán a la Argentina como parte de camiones y buses terminados provenientes de Brasil.
Durante una visita de prensa a la planta de Tucumán, de la que participó Ámbito, se pudo ver que ya están trabajando a toda velocidad para adaptar los espacios donde se instalarán a mediados de año las 12 máquinas y 9 robots de la nueva línea de fibra de carbono para las piezas de sincronizado, que demandó u$s10 millones de inversión.
Otra parte del desembolso se utilizará para la nueva generación de productos, de maquinaria, infraestructura, capacitación y desarrollo de competencias.
Fabio Barreto, vicepresidente de Scania para América Latina, destacó en diálogo con este diario que el grado de competitividad de la plantas de producción de cajas de cambio de Tucumán y la de Suecia, es similar, a pesar de la diferente estructura de costos y de contexto macroeconómico.
“Lo que se gana en Argentina por los costos en pesos (devaluados) se compensa con los mayores precios que se pagan por logística. Al final del día, producir un mismo engranaje en Tucumán o en Suecia, tiene un costo equivalente”, aseguró.
Christopher Podgorski presidente y CEO de Scania Latinoamérica, dijo al respecto: “En la Argentina hay volatilidad económica, pero hay horizonte futuro sustentable. El contexto es desafiante pero vamos encontrando soluciones”.