El anuncio del ministro de economía Sergio Massa ratifica la voluntad política de un sector del peronismo en reconstruir una relación que se consideraba perdida y poder planificar una visión conjunta de país junto con el sector agropecuario. La reapertura del Programa Incremento Exportador permitirá fomentar las exportaciones del agro; y al mismo tiempo, beneficiar a diversos sectores de las economías regionales, aquellas que generan más de 300 mil empleos directos a lo largo y a lo ancho de Argentina
Aquella fricción que se generó con la resolución 125, luego de 15 años, vuelve a recomponerse y a fortalecer los lazos entre las principales figuras del peronismo y el sector agropecuario. Esta vieja dicotomía, útil en su retórica para los movimientos sociales y sectores conservadores con fuerte pertenencia al mundo del agro, comienza a perder fuerza a través de las políticas económicas llevadas a cabo por el oficialismo, donde busca paliar los efectos de la sequía; no solo con la meta puesta en sus aumentar reservas del Banco Central; sino quitar presion devaluatoria al dólar oficial, que es la fecha, una de las principales causas de los altos niveles de inflación que afecta a la sociedad argentina en su conjunto, y principalmente, a los sectores más humildes de nuestra patria
El año pasado, con el decreto 787/2022, se materializo la primera edición del conocido “dólar soja”. El Programa Incremento Exportador logró la misión de fortalecer al fisco, con la estimulación de ingresos genuinos, producto de la venta de mercaderías con baja incidencia en las cadenas de valor de abastecimiento nacional; y también generar un sistema de reinversión social y productiva de apoyo a los sectores más vulnerados y pequeños productores agropecuarios.
El conflicto entre Rusia y Ucrania afectó el abastecimiento global de productos agroalimentarios y de combustibles y energía, generando un aumento considerable de los costos de la energía a nivel mundial y en el país, elevando los precios de algunos “commodities” agrícolas. Nuestro país es un relevante exportador mundial de las manufacturas de la soja, pero al mismo tiempo de otros productos, como de algodón, vinos, cebada y miel. Con la medida de un nuevo dólar para las economías regionales y para estos productos, mejorara la posición de estos bienes en el mercado internacional.
Cabe resaltar que Argentina es el 12° país en área y producción de algodón, mientras que rendimiento se ubica en el 20° lugar, según el USDA. Recordemos que el algodón no sólo es insumo en la industria textil sino que también se utilizan en la industria agropecuaria, alimenticia, cosmética e industrial. Por ejemplo, las semillas y la harina se pueden utilizar como alimento animal, las cáscaras como fertilizantes, el aceite como compuesto de productos alimenticios y maquillaje o como biocombustible. La producción de algodón 90% del algodón se localiza en las provincias de Santiago del Estero (46%), Chaco (29%) y Santa Fe (15%). También está presente en Salta (6%), Formosa (2%), y San Luis (2%).
En lo que respecta a la actividad vitivinícola, Argentina es el quinto productor mundial de vino y el principal exportador de mosto a nivel global. La vitivinicultura constituye una de las actividades agroindustriales más importantes de nuestro país. Está concentrada en las provincias del oeste, abarcando más de 230.000 ha cultivadas, predominando las uvas aptas para la elaboración de vino y mosto (92,2 %), con un bajo porcentaje de uvas para consumo en fresco (5,7 %) y para pasas (1,9 %). La cantidad de bodegas es de 884, de las cuales 634 están en Mendoza, 121 en San Juan y 129 en las otras provincias vitivinícolas
Por su parte, la cebada incrementó su producción de manera significativa en los últimas dos décadas por varios motivos. Uno de ellos por el reemplazo al trigo y mayor rentabilidad en el sistema con soja de segunda, al mismo tiempo la apertura del mercado de cebada forrajera, como consecuencia de la gran sequía que afectó Rusia y Ucrania en el año 2010. La producción aumentó desde 1.700.000 toneladas en 2009/2010. Y para esta campaña se espera una producción de 5.300.000. Alrededor del 60 % del grano de cebada fue destinado a la exportación y los principales destinos se refieren a la industrialización del grano como malta de cebada, insumo primario en la obtención de cerveza, y al uso del grano como forraje para el suplemento animal.
Y la producción de miel en Argentina es la cuarta a nivel mundial, según los últimos datos del Observatorio de Complejidad Económica (OCE) detrás de China (458.100 toneladas), Turquía (104.077) e Irán (79.955).
Esta coyuntura productiva para los bienes de las economías regionales, con el nuevo PIE, permitirá una mayor inserción de nuestros productos en los mercados asiáticos y europeos; y en el corto plazo permitirá revertir el peor primer trimestre de ingreso de divisas del agro desde 2008.
Cuanto más robustas sean las reservas de nuestro Banco Central, mayor autonomía tendremos para financiar un modelo de sustitución de importaciones donde el agro es complementario al crecimiento económico y al desarrollo industrial argentino.
Representante BRICS + en Argentina