El planeta avisa y el hombre es indiferente

Los desastres naturales son procesos que llevan tiempo. Una inundación aparece cada quinquenio, un deslave es producto de micromovimientos de tierra de décadas, la frecuencia de una erupción volcánica es de centenas de años. ¿Se prepara el hombre para enfrentarlos? No, es indiferente y terco. La inundación por el desbordamiento del río Pita es un aviso del planeta sobre lo que puede pasar en Sangolquí y el valle de Los Chillos, con una avalancha de lahares del volcán Cotopaxi. Para enfrentarlos con éxito es necesaria la intervención interactiva de autoridad, científicos y sociedad civil. Los científicos, monitoreando, investigado y diagnosticando el estado del volcán y sus amenazas, socializados en informes que deben servir de basa para contrarrestar las amenazas. La información científica es macro, la sociedad civil con guía de la autoridad debe ampliarla al micro de cada zona, ciudad, barrio o recinto, auscultando potenciales riegos en educación, salud, producción, transporte, industria, agropecuaria, etc., que deben ser inventariados, estudiados, documentados y entregados a la autoridad; esta debe clasificar, analizar y proponer respuestas de prevención y remediación, y cuando sea necesario, obras de ingeniería. La autoridad debe apoyarse en los gremios técnicos de la zona, colegios de ingenieros y arquitectos que emitirán su criterio. La autoridad sirve de enlace entre los actores; su responsabilidad es materializar respuestas a las amenazas de todos los sectores de la sociedad civil.

Marco A. Zurita Ríos

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