Las baterías de litio-aire, también identificadas como baterías de litio-oxígeno, son consideradas como la próxima generación de dispositivos de almacenamiento de electricidad de alta energía.

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Su capacidad teórica de almacenamiento de energía es 10 veces superior a la de las baterías convencionales de iones de litio, pero aún no son químicamente lo bastante estables para constituir una alternativa fiable, se menciona en el sitio web Noticias de la Ciencia.

Unos científicos se encuentran en estos días ocupados en el rediseño de su tecnología con el fin de alargar de manera sustancial su vida útil.

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La labor se realiza en el marco de un proyecto en el que participan la Universidad de Oldemburgo, el Instituto Fraunhofer para la Tecnología de Fabricación y los Materiales Avanzados (IFAM), la Universidad de Münster y la empresa IOLITEC (Ionic Liquids Technologies), todas estas entidades en Alemania.