Dólar e inflación: aumentan las consultas médicas por estrés

 Dólar e inflación: aumentan las consultas médicas por estrés

El estrés financiero en Argentina aumentó de forma exponencial en los últimos años y tocó un nuevo pico con un dólar cerca de los $500 y una inflación interanual superior al 100%. En este contexto crecen a diario las consultas médicas por miedo y ansiedad.

"Nadie está exento de caerse del sistema”, advirtieron a Ámbito tres expertos en salud mental, “por lo que el miedo y la frustración ocupan un lugar cada vez más grande en la cabeza de los argentinos”, coinciden. En esa línea, sostienen que las sensaciones de incertidumbre y ansiedad surgen por la falta de ingresos, el endeudamiento, la inestabilidad laboral o el aumento de precios en los alimentos, entre otros motivos.

El médico psiquiatra Jose Sahovaler aseguró que el dinero no significa lo mismo para todos: "Para algunos se relaciona con la libertad, por lo que decidirán ahorrarla; para otros tiene que ver con la belleza, por lo que acudirán al cirujano plástico; y otros piensa que es poder, por lo que comprarán lo más lujoso del mercado". Esto demuestra que no es un bien neutro.

El neurocientífico Alejandro Gatti observa al menos tres roles: el consumidor, el ahorrista y el inversionista. Cada uno tendrá sus gastos y objetivos porque valoran los ingresos de distinta manera. El consumidor suele ser el más golpeado de los tres.

En cualquiera sea el caso, Sahovaler notó una "necesaria correlación" con la manera en la se aprendió a manejar el dinero y la experiencia que se tiene a lo largo de los años, ya que "las escuelas no suele abordar la educación financiera desde una edad temprana", explica.

Aquel que necesita consumir para garantizar ciertas necesidades o satisfacer ciertos procesos. Tiene una actitud que se asemeja a la naturaleza biológica, con una sensación de insatisfacción de base. Consume para no sentirse frustrado o descontento.

Hay una tendencia a la preservación de los recursos que se da por una sensación de escasez. La persona se convierte en ahorrista como comportamiento económico, pero en realidad siente miedo en el fondo.

Este conoce sobre las leyes de la oferta y la demanda en términos de su propia economía. Es decir, conoce sus recursos y necesidades de manera tal que genera inversiones. De hecho, vive los gastos como parte de estas. No siente “lástima” al destinar el dinero en ciertas actividades, tales como cursos o educación. Sabe que luego tendrá un retorno mayor, una mejor calidad de vida.

Algunos de los síntomas comunes incluyen:

"Las emociones son energía en movimiento", explica el también psicólogo transpersonal. Y detalla: "Se trata de una respuesta emocional que tiene que ver con la resistencia de no poder resolver cuestiones básicas y esenciales para el ser humano. Las personas muchas veces se ven obligadas a dejar de cumplir sus sueños o enfocarse en sus propósitos que les generan alegría, dado a la puja del sistema".

Para Gatti, la clave está en no gastar la energía al consumir información "contaminante", por ejemplo. Se debe elegir con consciencia a qué se le va a dar atención y, por lo tanto, con qué se estará alineando uno. "Si yo creo que todo es un problema, que la economía es un desastre y dependo de que un Gobierno solucione mis problemas, estoy condenado al fracaso", detalla Gatti, quien además asegura que el cambio fisiológico se da desde uno mismo, desde un cambio de mirada.

Sin embargo, para el miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) Juan Eduardo Tesone no existen "recetas mágicas" para solucionar el estrés financiero. "Lo mejor sería lograr una actividad, que, en armonía con los gustos de cada uno, permita desarrollar proyectos estimulantes, que favorezcan la realización personal", suma. Aunque deja en claro que es difícil lograr realizaciones personales por fuera de un bienestar colectivo.

"Necesitamos de líderes sensibles y comprometidos con el bienestar colectivo", dice. Y continúa: "La democracia no consiste en votar periódicamente, su sentido más profundo es que los representantes, adviertan que son tan sólo representantes , y no dueños de un poder absoluto que impone".

Tesone considera que la situación actual del país es "lamentablemente repetitiva, pasamos de una crisis a otra en una cierta continuidad estremecedora". A la realidad de todo ser viviente, se le agregan las incertidumbres de la economía, es decir la inflación, la inseguridad y la falta de un proyecto nacional claro.

"Toda inestabilidad crea incertidumbre y angustia en cuanto al futuro. Tanto en lo que hace a necesidades básicas como alimentarse y tener un techo, como imaginar que su esfuerzo, personal y colectivo, puede brindar sus frutos", dice el profesional. Por eso, se requiere que ciertos parámetros permanezcan en una relativa estabilidad.

Sobre los efectos en las personas, detalla: "El cuerpo paga un tributo ahí donde el psiquismo se siente desbordado por su angustia".

Se notan cuatro puntos importantes para la supervivencia:

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