El fenómeno de la Luna Nueva, que también se lo conoce como la "Luna negra" o "Luna oscura", es la primera fase lunar en la que la Tierra, la Luna y el Sol forman un ángulo de casi 180º, pareciendo así que están en una línea recta.

Esta fase sucede cuando el satélite se sitúa entre la Tierra y el Sol, generando así que en nuestro planeta solo se pueda ver el lado oscuro de la constelación. De ahí surge que, cuando se terminan dando las condiciones adecuadas, se produzcan eclipses solares parciales o totales.

Este fenómeno se repite únicamente cada 29 días y medio. Entre las 18 y las 30 horas posteriores a la salida de la “Luna Nueva astronómica”, los tres astros cambian de posición, dejando así de verse como si estuviesen en línea recta, empezándose a ver en el cielo como una pequeña luna ubicada hacia el oeste.

Antiguamente, la “Luna Nueva visible” era una señal por los pueblos judíos y árabes para ubicar al primer día del mes lunar. De ahí que muchos la puedan interpretar como un símbolo para los nuevos comienzos.

Muchas personas consideran que, durante las fases lunares, su influencia intenta usar la energía de la luna nueva para iniciar sus nuevos proyectos, como por ejemplo dejar de fumar. Otra forma de visualizar esta voluntad es encendiendo una vela o incienso en un lugar tranquilo, creando un altar con objetos sagrados, como cuadros, piedras y cristales, o tomarse un baño ritual con sal marina para eliminar energías negativas.

En esta fase lunar las mareas están en su punto más alto y más bajo, igual que sucede cuando hay Luna Llena, ya que ambas son las más definidas del ciclo lunar.