El exministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, será el principal testigo que declarará este martes en una nueva jornada del juicio oral por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un disparo en la cabeza en noviembre de 2021 en el barrio de Barracas, homicidio por el cual están siendo juzgados tres policías de la Ciudad, junto a otros 11 acusados del encubrimiento del hecho.
Fuentes judiciales confirmaron que D'Alessandro está citado para declarar a partir de las 9 en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño, ubicado en Paraguay 1536.
D'Alessandro ocupaba el cargo de ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad el 17 de noviembre de 2021, cuando tres agentes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía porteña dispararon contra el auto en el que Lucas González iba con tres amigos, con los que acababa de salir de entrenar del Club Barracas Central.
Al día siguiente del hecho, el ahora exministro abrió un sumario administrativo y exoneró a los tres policías implicados, Gabriel Alejandro Issasi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva, al tiempo que se contactó con la familia de la víctima, con la que se reunió tras la muerte del adolescente.
Además del exfuncionario, se esperan las declaraciones de otros policías que estuvieron durante el procedimiento en el que fueron detenidos Julián Salas y Joaquín Zuñiga, dos de los amigos que viajaban con Lucas a bordo de un Volkswagen Suran.
También darán su testimonio ante los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, testigos de concepto aportados por las defensas de los policías implicados.
El asesinato al jugador de las divisiones inferiores de Barracas Central ocurrió el 17 de noviembre del 2019, cuando él y sus amigos salieron de entrenar y, en el camino hacia sus casas a bordo de un auto Volkswagen modelo Suran color azul, fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de civil que les hicieron señas para que se detuvieran.
Como no llevaban vestimenta policial y el auto no tenía balizas, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, por lo que los efectivos les dispararon.
Uno de esos disparos impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
Tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que "plantaron" un arma en el auto de las víctimas y detuvieron a dos de los amigos de Lucas, mientras que el tercero escapó y se presentó más tarde con sus padres para contar lo que había sucedido.
Los policías Issasi, López y Nieva llegaron a juicio imputados como coautores del delito de "homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial".
Además, los tres enfrentan cargos por las "tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley", en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías porteños son juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.