El reciclaje del agua se convierte en uno de los objetivos primordiales de la agenda medioambiental. En un contexto en el que los argentinos se encuentran cada vez más comprometidos en la separación de residuos y distintos sectores comienzan contemplar la perspectiva ecológica en su producción, la inversión en infraestructura de tratamiento del reciclaje -en este caso, para reutilizar el agua- se constituye como urgente.
"El cambio climático y la creciente demanda de agua están ejerciendo una presión sin precedentes sobre nuestros recursos hídricos. La reutilización del agua ofrece una solución a esta crisis, permitiéndonos reciclar y utilizar el agua de manera más eficiente", advirtió Gerald Ross, presidente de la Asociación Latinoamericana de Desalinización y Reúso de Agua (ALADYR).
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), alrededor del 70% de las aguas residuales en América Latina no se tratan adecuadamente. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) informa que la reutilización del agua podría reducir el estrés hídrico un 50%.
En ese marco, la deficiencia en el saneamiento también es una oportunidad. Según Ross: "Las aguas residuales son una fuente valiosa de agua, nutrientes y energía. Con la tecnología y las políticas adecuadas, podemos convertir este desafío en una oportunidad, avanzando en cerrar las brechas de saneamiento con el enfoque del reúso de agua para ser más eficientes".
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha señalado que la inversión en infraestructuras de reúso de agua podría generar beneficios económicos significativos, además de mejorar la seguridad hídrica y la resiliencia al cambio climático. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó la necesidad de políticas de reutilización del agua para garantizar la salud pública y el bienestar ambiental.
"Necesitamos políticas fuertes y una inversión significativa en infraestructura de reúso de agua", sostuvo Ross. "Pero más que nada, necesitamos una visión de futuro, que reconozca el valor del agua no sólo como un recurso, sino como una parte esencial de nuestra economía circular".
Finalmente, el titular de ALADYR sostuvo que “el reciclaje de agua no es sólo una estrategia de ahorro de agua, sino también una estrategia de adaptación al cambio climático. Al reciclar y reutilizar el agua, podemos hacer nuestras ciudades más resilientes a las sequías y otras perturbaciones climáticas". "Requerirá un cambio radical en nuestras políticas y mentalidades. No podemos permitirnos el lujo de ignorar el reciclaje más importante” concluyó.