Luego de seis años, Cristina Fernández de Kirchner volvió a dar una entrevista televisiva en el programa "Duro de Domar" de C5N. En el inicio de su conversación con el periodista Pablo Duggan, criticó los vínculos entre funcionarios opositores y magistrados de la Corte Suprema.
En el comienzo de la entrevista, la vicepresidenta sostuvo que "hacer política en los sets de televisión y tribunales es lo más fácil que hay; el tema es cuando llegás al gobierno". "La televisión arma el dispositivo que después termina en tribunales; la verdad es esa", añadió y apuntó que "la política no era así hasta el 2015. A partir de diciembre del 2015 ya hubo atisbos de una judicialización de la política y de la gestión del gobierno. Luego se acentuó".
Aunque aclaró que "es injusto decir que todo el Poder Judicial" está involucrado, manifestó que "el dispositivo del Poder Judicial, empezando por la Corte y siguiendo por lugares muy puntuales del sistema federal, se ha convertido en un dispositivo de persecución política y fundamentalmente de debilitamiento del peronismo, asociado obviamente con el partido Juntos por el Cambio".
En ese sentido, recordó el viaje al Lago Escondido realizado entre empresarios de medios, magistrados y funcionarios opositores, lamentando que "hay un castigo social pero no hay un castigo institucional". En referencia a Marcelo D'Alessandro, reconoció que "se fue", pero señaló que "en la Justicia están todos; el Consejo de la Magistratura no mueve nada. Creo que quedó evidenciado".
Además criticó al juez federal Julián Ercolini, "que me procesó en la causa Vialidad y metió presos a los dueños de este canal, y estaba armando facturas truchas para esconder las dádivas después de haber viajado con los jefes de Clarín". "Si alguien pensaba que el lawfare era una construcción judicial, mediática o partidaria, me parece que la foto de Lago Escondido es muy brutal", sentenció.