El billete de $2.000, que empezó a salir a la calle este lunes, cuenta con estrictas medidas de seguridad como sucede con todas las denominaciones en circulación. Se trata de algunos elementos que buscan ayudar al usuario a diferenciar los papeles originales de los falsos.
Y, según informó el Banco Central (BCRA), en el caso del nuevo billete de mayor denominación de Argentina, “se destacan la marca de agua que reproduce los retratos de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson y la tinta de variabilidad óptica que cambia de color generando un efecto tridimensional”. Además, incluye microimpresiones, imagen latente, motivo de complementación frente-dorso y tintas magnéticas, infrarrojas y luminiscentes.
Los retratos, la denominación y los textos presentan relieve perceptible al tacto y las iniciales RA pueden apreciarse cuando se observa el billete con luz rasante en el extremo derecho inferior del anverso. Sin embargo, no son las únicas medidas que contiene este nuevo papel. Si no que contiene otras muchas más, tal como se detalla en el siguiente gráfico:
Asimismo, para personas con ceguera, este billete incorpora un nuevo código de identificación con relieve perceptible al tacto en los bordes verticales.
Todos estos instrumentos apuntan a garantizar la seguridad del usuario y protegerlo ante la aparición eventual de réplicas falsas de esta nueva denominación, por lo que es muy importante conocerlas y prestar atención a ellas, sobre todo en una primera etapa en la que el billete es poco conocido para la mayoría de los usuarios.