Periodista: Se acerca el día D -el 1 de junio- y la política no termina de cerrar un acuerdo. Hay diálogo, pero no resultados. Sin embargo, los mercados no temen un accidente con el techo de la deuda. ¿Qué saben ellos que el resto de los mortales ignoramos?
Gordon Gekko: La manera en que el presidente Biden y el titular de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, rompieron rápido el hielo de la negociación, montaron sus equipos de trabajo y evitaron el recurso habitual de chocar frontalmente para la tribuna, instaló la idea, errada o no, de que el default no es una opción.
P.: McCarthy, la semana pasada, veía un camino despejado para llegar a un acuerdo pronto y esa vía se bloqueó poco después. Y no ha vuelto a ser tan optimista desde entonces. Curiosamente es el fuego amigo, en ambos bandos, lo que complicó la negociación. ¿Puede haber un arreglo, y que sea a tiempo, cuando no hay voluntad de hacer concesiones?
G.G.: Si hay todavía menos disposición para provocar un default, el acuerdo va a estar. Y las dos partes tendrán que ceder. Siempre fue así.
P.: ¿A tiempo?
G.G.: Los republicanos quieren llevar a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, al Congreso a que explique cómo concluye que la caja se acaba el 1 de junio. Si no le creen, será un arreglo a destiempo. Yo diría que todo el mundo está dando muestras de celo para que quede constancia en registros.
P.: La décimo cuarta enmienda dice que la validez de la deuda pública, autorizada por ley, no puede ser cuestionada. ¿Querrá Biden aplicarla para así ignorar el límite legal y hacer igual los pagos de la deuda?
G.G.: Está claro que quiere un acuerdo que levante el techo y no apelar a la enmienda. Podría provocar una crisis constitucional, dijo Yellen en su momento. Y sin dudas sería un recurso tardío para evitar la zozobra.
P.: ¿Por qué?
G.G.: La Corte Suprema debería pronunciarse sobre la validez de esta interpretación. No lo resolverá de un día para el otro.
P.: ¿No hay jurisprudencia?
G.G.: Ninguna.
P.: No se sabe cómo llegará el acuerdo pero se confía en que estará. Los precios de la Bolsa, el nivel relajado del VIX (la volatilidad implícita de las acciones), la suba reciente de las tasas largas… Son todas señales de confianza de que no se repetirá la experiencia de 2011. ¿Qué podría salir mal?
G.G.: Un error de cálculo de McCarthy sobre la elasticidad del apoyo con que cuenta dentro de su partido sería dramático. Inclusive podría ser desplazado de su función.
P.: Sería terrible.
G.G.: Ya no están los Nancy Pelosi y John Boehner que tenían vasta experiencia. Y la política actual es muy intransigente, a veces hasta la exasperación. Es un desafío grande para un novato. No obstante, aun en ese caso extremo, nos llevaríamos flor de susto pero la propia dinámica de crisis y agitación resultante apuraría un acuerdo posterior.
P.: Mientras la política negocia el techo de la deuda, la Reserva Federal parece negociar el techo de las tasas de interés. Y los halcones se hacen oír. No hemos visto el final de la suba de tasas, parece. Y a los mercados tampoco les preocupa.
G.G.: Habrá una tregua en junio. Esa es la conclusión tácita que dejó entender Jay Powell, quien es el dueño del circo. Si la inflación no baja, si el mercado laboral no modera su ebullición, nos espera otra suba de tasas en julio. E inclusive si no lo hacen nos podrían vacunar igual. Por si acaso.
P.: ¿Nadie se estresa pensando en que la suba de tasas puede seguir?
G.G.: Mientras sea efectiva y la inflación se reduzca, no.
P.: La tasa que hoy está en 5,25% podría llegar a 5,75%, dice James Bullard. O a 6%, apuntó Neele Kashkari. ¿Todo bien con eso?
G.G.: Lo que la Fed les está diciendo a los mercados es que se dejen de soñar con una baja de tasas antes que termine el año. Eso es bueno y malo. Acabamos de saber que la actividad económica se aceleró en mayo y alcanzó un máximo de 13 meses. Así no habrá baja de tasas, y sí una suba. Para la Bolsa es mejor que una recesión o desaceleración muy fuerte que es la lógica detrás de esperar un recorte precipitado de tasas a partir de julio o septiembre. En todo caso, lo que deberá ajustar son las tasas largas, que es lo que está ocurriendo sin trauma.