La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner habló en Plaza de Mayo frente a la militancia, en el marco del Día de la Patria y en conmemoración por el 20° aniversario de la asunción presidencial de Néstor Kirchner, y recordó el conflicto con el campo en el año 2008: "Casi me pongo el país de sombrero".
En lo que fue un repaso de los tres mandatos kirchneristas, la referente del Frente de Todos habló de los obstáculos para gobernar en el pasado y marcó al conflicto con el campo como un punto de inflexión: "No es que fueron 12 años fáciles, porque además ese es el otro argumento: 'A tenían todo a favor'. A los tres meses de asumir como presidenta, por otro genio de la economía también, de los que nos dan clases todos los días, casi me pongo al país de sombrero. Fue algo muy fuerte".
"En esta misma plaza hablamos de una crisis que sinceramente dividió a la sociedad argentina- definió CFK-, una crisis política de magnitud muy fuerte. Y a los pocos meses, con la crisis de Lehman Brothers, se cayó el mundo financiero en Wall Street y en todo el mundo", agregó.
Hizo referencia, además, a la actual sequía que impacta en la producción agropecuaria y la comparó con la de 2009: "La sequía es algo redundante en la economía argentina. Entre 2008 y 2010 perdimos millones de cabezas de ganado. Hay una ventaja con la de ahora, que nadie le echa la culpa a este Gobierno porque obviamente es una cuestión climatológica".
La referente del Frente de Todos hizo en su comentario alusión a la Ley 125 de retenciones móviles impulsada y anunciada en ese entonces por el economista Martín Lousteau, actual senador de Juntos por el Cambio, por la cual el sistema de movilidad y los aumentos en las tasas de retención de la soja y el girasol desencadenaron el paro agropecuario dispuesto por los terratenientes.
Los tires y aflojes entre el gobierno nacional y el campo se extendieron durante cuatro meses, cuando el Senado votó en contra del proyecto de ley que tuvo como momento histórico el desempate y el "voto no positivo" por parte del vicepresidente Julio Cobos.
Tiempo después, Cristina Fernández confesó que la iniciativa de Lousteau le costó "sangre, sudor y lágrimas". "Los compatriotas saben qué fue lo que pasó en 2008 con la 125, y cómo casi nos hacen volcar por haber calculado mal los números", afirmó en 2015.