Dólar futuro: pese a una mayor intervención, BCRA iniciará junio con el poder de fuego casi intacto

 Dólar futuro: pese a una mayor intervención, BCRA iniciará junio con el poder de fuego casi intacto

El dólar futuro, una operatoria que suele estar alejada del radar de las grandes mayorías, volvió a la agenda pública. El tema, con reminiscencias a la famosa causa con la que el macrismo judicializó una herramienta de política económica en 2015, lo reinstaló este fin de semana Patricia Bullrich. Con imprecisiones sobre su funcionamiento, la precandidata de Juntos por el Cambio cuestionó la intervención del Banco Central en ese mercado y lanzó advertencias sobre su eventual impacto. Lo llamativo es que el planteo llegó en momentos en que las cotizaciones de estos contratos reflejan una readecuación a la baja de las expectativas de devaluación de los inversores, al menos para lo que resta de este mandato. Y, según supo Ámbito de fuentes al tanto de las operaciones, si bien incrementó su intervención en los últimos meses, el BCRA comenzará junio con su poder de fuego casi intacto para actuar en esta plaza.

Los futuros del dólar (que se operan en el Rofex y en el MAE) se negocian en pesos pero les brindan cobertura a los inversores ante una eventual devaluación. Los contratos pactados allí constituyen una especie de apuesta en relación a la cotización del tipo de cambio oficial a un plazo determinado: la diferencia entre el precio convenido y el tipo de cambio realmente existente al vencimiento del contrato hace que el comprador gane si dólar oficial finalmente resulta más alto y que el vendedor lo haga si es más bajo. La venta de este tipo de contratos es una herramienta que utiliza el BCRA para incidir en las expectativas de depreciación.

En el marco de la corrida de abril y ante el cuello de botella de divisas agudizado por la sequía, semanas atrás la demanda de cobertura del mercado en esta plaza se incrementó e impulsó al alza las tasas implícitas de depreciación esperada. Esto llevó a la entidad que preside Miguel Pesce a elevar su intervención para intentar encarrilar las expectativas. Así, la posición vendida de contratos de dólar futuro del Central creció en algo más de u$s2.000 millones durante abril: pasó de u$s224 millones a fines de marzo a u$s2.394 millones en el cierre del mes pasado, de acuerdo a los datos oficiales. En esos momentos, las tasas implícitas en el Rofex se habían disparado a niveles de entre el 12% y el 16,6% mensual para cada uno de los siguientes cuatro meses, muy lejos del ritmo de crawling peg.

Pero la dinámica se revirtió este mes, sobre todo después del comienzo de la intervención con reservas sobre los dólares financieros que anunció Sergio Massa y algunas medidas de la CNV y el BCRA que contuvieron la corrida. En ese marco, las tasas implícitas en los contratos de futuros bajaron con fuerza, sobre todo en los plazos medios y largos; se contrajeron “16 puntos porcentuales para aquellos con vencimiento entre agosto de 2023 y abril de 2024”, calculó Ecolatina. Lo cierto es que el Central continuó interviniendo durante mayo, pero el accionar se concentró en los plazos más cortos. Según supo Ámbito de fuentes con conocimiento del tema, al día de hoy la posición vendida del BCRA alcanza los u$s3.200 millones, pero a fin de mes vencen unos u$s3.100 millones, lo que implica que el grueso lo vendió en el contrato a mayo. El resto se volcó al contrato a junio. A partir de julio la posición vendida es cero, señalaron las fuentes. Así, comenzará junio con su capacidad de intervención (que el acuerdo con el FMI topea en u$s9.000 millones) casi intacta. A modo de comparación, en medio de la corrida de julio de 2022 tenía una posición vendida de u$s7.000 millones.

El hecho de que la intervención del BCRA se concentre en mayo y que las principales bajas de tasas se dieran a partir de agosto muestra que hubo otros agentes del mercado que apostaron a menores tasas de depreciación. El analista Salvador Vitelli lo explicó así: “Si bien el Central estuvo interviniendo en la parte corta, la baja en el resto de las tasas implícitas es una readecuación de los ritmos de devaluación mensual que había empezado a descontar el mercado. Con el comentario de que iba a empezar a administrar el crawling peg, que en su momento no se sabía qué iba a significar y que luego vimos a un BCRA que ralentizaba el ritmo de devaluación, las tasas se acomodaron. A partir de que el Central demostró una firmeza para llevar el tipo de cambio lo más lento posible comparado con tasa e inflación, empezaron a bajar”.

El sábado, en una entrevista en La Nación+ y en su cuenta de Twitter, Bullrich “denunció” que el BCRA había vuelto a intervenir en futuros, algo que en los hechos no dejó de hacer en los últimos tiempos, y dijo que estaba vendiendo dólares a $500 y que eso generaría emisión monetaria que derivaría en una hiperinflación. Lo cierto es que la intervención en futuros no implica venta de dólares ya que se negocia en pesos. Aun así, en los contratos a mayo y junio (en los que intervino el Central según las fuentes consultadas), el dólar futuro se ubica en $239,35 y $265,25, respectivamente; lejos de los $500. Además, por las sistemáticas apuestas de una parte del mercado a un salto devaluatorio que no se concretó, la intervención en futuros le reportó ganancias por $105.000 millones durante 2022 y otros $5.940 millones en el primer cuatrimestre de 2023, que fueron esterilizados.

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