El Banco Central Europeo adoptará un enfoque "robusto" que le permita responder a los riesgos de inflación según sea necesario, pero también ayudará a los mercados financieros si surgen amenazas, según la presidenta Christine Lagarde.

"Hacer que la inflación vuelva al 2% a mediano plazo no es negociable", dijo en una conferencia de observadores del BCE en Frankfurt el miércoles. “Lo haremos siguiendo una estrategia sólida que dependa de los datos e incorpore una disposición para actuar, pero que no considere compensaciones en torno a nuestro objetivo principal”.

La presidenta del BCE se basó en los comentarios a los legisladores el lunes, prometiendo apoyo al sistema financiero si es necesario, pero también manteniendo una mirada firme sobre los riesgos de los precios al consumidor que, según insiste, aún no han mostrado signos de disiparse en medio de la reciente agitación del mercado mundial. 

“No vemos evidencia clara de que la inflación subyacente tenga una tendencia a la baja”, dijo. Si bien "la caída de los precios de la energía está debilitando un factor clave" de tales presiones, Lagarde agregó que "el aumento de las presiones de los precios internos podría compensar parte de este impulso desinflacionario".

El presidente repitió el lenguaje utilizado en la decisión de la semana pasada, que si la "línea de base" del BCE se mantiene, entonces el BCE tendrá "terreno que cubrir" en su política monetaria. 

Los funcionarios elevaron las tasas otro medio punto el jueves, extendiendo el ciclo de alzas más agresivo de su historia, incluso cuando el espectro de una crisis bancaria en toda regla sacudió a los mercados financieros. La inflación sigue siendo demasiado alta para la comodidad, argumentaron los formuladores de políticas mientras se comprometían a hacer lo necesario para garantizar que el sistema no colapse.

“He dejado en claro que no hay compensación entre la estabilidad de precios y la estabilidad financiera”, dijo el miércoles. “Tenemos muchas herramientas para brindar apoyo de liquidez al sistema financiero si es necesario y para preservar la transmisión fluida de la política monetaria”.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, dijo en comentarios publicados anteriormente en el Financial Times que el BCE no ha terminado de subir las tasas.

“Aún queda camino por recorrer, pero nos estamos acercando a un territorio restrictivo”, dijo. “Si queremos domar esta obstinada inflación, tendremos que ser aún más obstinados”.

En su discurso, Lagarde dijo que los funcionarios vigilarán de cerca el sector bancario en las próximas semanas y meses para ver si las empresas se están volviendo más reacias a prestar. Algunos economistas han sugerido que esto podría ser el resultado de mayores costos de financiamiento a la luz de las recientes turbulencias en el sector.

“Si bien las condiciones crediticias más restrictivas son parte del mecanismo por el cual nuestro endurecimiento en última instancia frena las presiones excesivas sobre los precios y lleva la inflación de regreso al objetivo, nos aseguraremos de que el proceso sea ordenado en todo momento”, dijo.