Aunque la batalla contra la inflación ha dado algunas señales de ir avanzando -en febrero los precios cayeron 0,1% en el mes y moderaron su avance a 11,9% anual- las alertas se mantienen encendidas.
Así lo reiteró este miércoles la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, quien advirtió que la misma, “si bien ha descendido, sigue en niveles muy elevados y que supera nuestras proyecciones del Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre”. La última estimación del ente rector decía que al cierre de este año el índice de precios al consumidor se habría moderado a 3,6%.
La autoridad expuso en la "Conferencia One on One 2023" de LarrainVial, en la que recordó que tanto la inflación total como subyacente persisten en cifras de dos dígitos. Precisó que la baja mensual de febrero respondió a caídas en la parte volátil del indicador, y acotó que los componentes subyacentes -no volátiles- mostraron “variaciones mensuales elevadas, con incrementos anuales que incluso aumentan cuando se observan los precios de los servicios y los ítems administrados e indexados”.
Así, recalcó que “como hemos señalado previamente, esto es un reflejo de la importante persistencia inflacionaria que enfrentamos”.
La economista reconoció que las expectativas de inflación a plazos más cortos “han respondido a este panorama de inflación subyacente más elevada”. Y, detalló que “más allá de un descenso en los últimos días, se observa un aumento de la inflación esperada para fines de año si se compara con lo que veíamos en diciembre, especialmente al tomar en cuenta la evolución de los precios de activos financieros”.
Cabe recordar que el 5 de abril el banco actualizará su panorama macro en el primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año.
En este cuadro -en el que además el peso se ha apreciado respecto a fines de 2022- la presidenta del instituto emisor recalcó que su comunicación sobre qué ocurrirá con la Tasa de Política Monetaria (TPM) “ha sido clara en señalar que se mantendrá en su nivel actual, de 11,25%, hasta que tengamos señales claras de que se ha consolidado el proceso de convergencia de la inflación a la meta de 3%”. De hecho, acotó que algunas medidas aún persisten por sobre dicho objetivo.
Así, la autoridad enfatizó que “más que nunca es importante tener presente los significativos costos que implica mantener una inflación elevada, costos que se incrementan en la medida que el fenómeno persiste en el tiempo”.
Ante una inflación que “sigue siendo muy elevada”, Costa advirtió que los datos más recientes “apuntan a una economía que se está ajustando a una velocidad algo menor a la esperada”. Argumentó que en el Banco Central “hemos sido categóricos en señalar la necesidad de que la economía se ajuste para bajar la inflación”, y confirmó que “esa exigencia no ha cambiado, pues la economía aún viene transitando desde un período en que el gasto creció muy por sobre sus posibilidades”.
La economista profundizó en que los datos mensuales muestran niveles de actividad que se han ido reduciendo respecto de mediados de 2022, pero destacó en lo más reciente el mejor desempeño de sectores ligados al consumo, como el comercio y diferentes rubros de servicios. Un cuadro que contrasta con el menor dinamismo de la construcción, “que es coherente con el débil desempeño que se observa de la inversión”.
La autoridad también abordó las Cuentas Nacionales y la Balanza de Pagos al cierre de 2022 publicados esta semana, y destacó que el saldo de la cuenta corriente se redujo desde el máximo que alcanzó en el tercer trimestre, de 10%, hasta 9% del PIB. “Esto significó un resultado algo más negativo del que preveíamos en el IPoM de diciembre, con una incidencia relevante del saldo de rentas al exterior”, dijo, y agregó que, en este ítem, “tuvo un impacto significativo el efecto del mayor precio del cobre en los resultados de las empresas del sector”.
La autoridad monetaria comenzó su exposición reconociendo que en los últimos días la atención se ha concentrado en la situación de algunos bancos en Estados Unidos y Europa. Afirmó que en Chile han seguido “con atención” estos acontecimientos, y que el Banco Central, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y el Ministerio de Hacienda han “estado monitoreando en detalle la situación desde los distintos ángulos que a cada uno le competen”.
Costa planteó que “por ahora, más allá de las tensiones en los mercados financieros, no hemos observado impactos a nivel de instituciones financieras locales”. Pero, alertó que “es un fenómeno en desarrollo que debemos seguir vigilando atentamente”.
La economista indicó que, “de forma más prospectiva, sin duda que un aspecto muy importante será evaluar qué efectos podría tener esta situación a nivel local”. Pero recordó que en Chile todos los bancos están sujetos a los estándares de Basilea III, tanto de liquidez como de solvencia, sin excepciones como en EEUU a bancos de menor tamaño.
Agregó que tanto el Banco Central como la CMF hacen un “seguimiento permanente de la capacidad de la banca para resistir eventos de estrés”. Pero, precisó que “la interconexión global de la economía no evita que el deterioro del mercado financiero estadounidense pueda repercutir en el impulso externo relevante para Chile, ya sea por condiciones financieras más estrechas, caídas en la actividad mundial y/o el deterioro de las confianzas, entre los principales canales de transmisión”.