Con el mercado en pleno proceso de expansión y un universo que supera las 1.600 firmas, las franquicias presentan grandes oportunidades para los inversores argentinos. Según estimaciones de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), en 2022 este modelo de negocios tuvo un crecimiento del 20% en el país, rompiendo el récord en cantidad de puntos de venta en 10 años.
En un contexto económico complejo, el sector cuenta con una base sólida para encarar el 2023. Al respecto, la AAMF también identifica las tendencias que marcarán el año. Mayor implementación de la tecnología, el crecimiento de franquicias de productos congelados, los formatos de especialidad, las propuestas de autor y los negocios de “triple impacto”, entre otras, son algunas de ellas. Además de estas perspectivas auspiciosas, las franquicias ofrecen la posibilidad de contar con el respaldo de una firma reconocida detrás, un hecho fundamental a la hora de iniciar un negocio. Por otra parte, propician la colaboración con otros jugadores que comparten el mismo fin, característica que las ayudó a crear un ecosistema amigable y amortiguar el golpe de la pandemia.
Para Ezequiel Devoto, gerente general de AAMF, el buen momento del sector sigue firme durante el primer trimestre del 2023. No obstante, advierte: “Hay mucha preocupación por la inflación, que termina afectando al consumo. También hay un grado de interrogantes sobre el segundo semestre por las elecciones; por cuántas decisiones de inversión se van a tomar en un marco donde no sabemos si va a haber cambio de reglas. Siempre la época electoral en Argentina es de cierta inestabilidad”.
Devoto considera que, como todas las pymes, las franquicias “tienen un nivel de flexibilidad y adaptabilidad muy grande”. “La resiliencia es una característica de los emprendedores argentinos. Están acostumbrados a los vaivenes y las subidas y bajadas de la economía argentina. Cuando hay un año con algún grado de expansión, en general se aprovecha”, explica en referencia al repunte pos pandemia.
De cara al futuro, cuenta que la gastronomía sigue siendo uno de los rubros con mayor proyección, “en todos sus formatos”. “Pizzerías, hamburgueserías, heladerías: todo lo que sea lugar de encuentro sigue firme. Por ejemplo, casi todas las cadenas de heladerías trabajan con cadenas de franquicias: desde las de menor precio hasta las más lujosas. Es un rubro que se viene expandiendo mucho y se proyecta con fuerte poderío para expandirse internacionalmente”, amplía.
Por otra parte, destaca al sector de la alimentación saludable y al del bienestar y salud, en sintonía con la conciencia de las generaciones millennial y centennial: “Todo lo que tenga que ver con alimentación saludable está muy fuerte; hay cada vez más propuestas con cierto grado de sofisticación o de ajuste a algunas minorías. Bienestar también; es un rubro bastante amplio, que va desde belleza hasta los gimnasios. Viene con un crecimiento bastante importante”.
Como consejo a potenciales inversores, plantea: “Les recomendaría que no lo piensen como una inversión, como algo solo de generación de renta, sino como una elección de proyecto de vida. Las franquicias requieren un operador; las franquicias exitosas son aquellas que tienen franquiciados comprometidos. Como digo siempre: si no te gusta levantarte temprano, no te pongas una panadería. Muchas veces se compara a las franquicias como una opción de inversión como cualquier otra, pero no lo son. Suelen de ser de las más rentables, pero requieren una dedicación; estar atrás del negocio”.
Natalia Druziuk, fundadora y directora general del Instituto de Idiomas Neone, se define como una “gran defensora del sistema de franquicias”. “En el rubro de servicios y capacitación, el sector de franquicias tuvo muchísimo crecimiento en los últimos dos años. A nosotros nos benefició muchísimo el momento pospandemia. Sabemos que en los momentos de crisis es cuando las personas tal vez instintivamente apuestan a la educación, a capacitarse. Por lo menos en nuestro rubro, vi un gran avance”, destaca.
Consultada acerca de por qué un inversor debería apostar por una franquicia, Druziuk contesta: “Estoy por cumplir 45 años y mi marca cumplió 28. Si yo en ese momento, cuando quise emprender, hubiese tenido información de franquicias, hubiese ido por ese lado. Un emprendedor, un inversor, cuenta con el paraguas, la ayuda; con esa relación entre franquiciante y franquiciado, el trabajo en equipo, pero sigue siendo tu propio negocio.
“Si lo tengo que resumir, sería el apoyo de una marca. La capacitación que te puede dar una marca, sentirse apoyada. Cuando yo empecé, no contaba con eso. Al principio fueron grandes tropiezos y aciertos. Hoy en día franquicias de centros de idiomas creo que no hay, por lo menos de la envergadura de Neone”, completa.
Respecto al 2023, cuenta que “globalmente hay muchas expectativas para este año” y anticipa buenos desempeños en los rubros de educación y turismo: “Hay estudios de las diferentes cámaras de franquicias que nos dicen qué rubros se van a estancar y cuáles van a tener un alto crecimiento. Lo que nos han dicho apoya lo que esperamos desde Neone”.
Tras desembarcar en Uruguay, la emprendedora anticipa que su marca llegará a Paraguay y Chile este año. “La Asociación Argentina de Marcas y Franquicias nos dio una gran mano para llegar en tiempo récord de cinco meses a Uruguay. Ahora, también gracias a ellos, estamos en el proceso previo de llegar a Paraguay y Chile. No es un marca que se lanza sola: hay todo un trabajo en equipo”, finaliza.
Acorde a la visión general, Santiago Mele, gerente de Al Fuego, pondera los índices del 2022, y destaca que en su rubro (venta de carnes envasadas al vacío) hubo un cambio en los hábitos de los consumidores: “Hay un consumidor cada vez más exigente. Hoy la gente no quiere sorpresas: quiere saber lo que compra y no encontrarse con novedades cuando va a consumir el producto. Esa es una de las variables que hace que se vuelque cada vez más a este tipo de negocios, en donde vos ya tenés un producto de cierta estandarización, de cierta calidad, que hace que el cliente vaya, lo compre y siempre sea igual”.
“Durante la pandemia, la clave estuvo en que todos, en los distintos rubros, supieron reconvertirse en algún formato, acompañar al franquiciado, entender el momento. A su vez, todo el proceso de digitalización generó nuevos nichos de negocios y oportunidades de compra. Todo lo que es la compra vía plataformas se aprovechó como una oportunidad para desarrollar ese aspecto”, analiza Mele, acerca de la resiliencia de las franquicias.
Sobre este aspecto, remarca que “adquirir una franquicia minimiza muchos los riesgos” y que “te da esa certeza de que ya el franquiciante tiene el know how, una curva de experiencia y un montón de variables que hacen que a la hora de invertir en una franquicia, el inversor minimice los riesgos y las curvas de experiencia y madurez del negocio. Que tenga acceso a un know how totalmente detallado, en un protocolo, en un manual de hacer las cosas. Eso les reduce el nivel de riesgos de su inversión y les garantiza, en cierta medida, el éxito”.
Actualmente, Al Fuego tiene 14 puntos de venta distribuidos en Rosario, Santa Fe y el AMBA. “Tenemos un plan de expansión de colocar 10 o 12 locales por año. Creemos que estamos preparados, tenemos toda la cadena de valor del producto cárnico integrada en el grupo. Tenemos un modelo de inversión en franquicia bastante simple, donde el franquiciado más que nada necesita tener el tiempo para operar, de eso nos ocupamos nosotros”, cierra Mele.
Por su parte, Marcelo Schijman, director de Franchising Company, considera que “el sistema está cada vez más consolidado y en permanente expansión”. “No solo crecen las marcas, sino también las personas que invierten. Cada vez hay más rubros, no son solamente hamburguesas y helados. Las franquicias tienen muchas virtudes como sistema de expansión. El franquiciado es como si fuera un socio sin serlo, porque es una persona totalmente independiente del franquiciante, pero actúan como socios: los dos buscan que el cliente esté contento y hacer más rentable el negocio. Se produce un fenómeno de sinergia”, explica
Sobre el ecosistema de las franquicias, opina: “En pandemia hubo una muy buena actitud. Estuvimos día a día con todos los franquiciantes. La Asociación de Franquicias organizó un montón de zooms. Todos salieron a cuidar a los franquiciados, a descontarles regalías, a apoyarlos. Algunos pasaron al sistema de consignación. Nadie quiere que se caiga la marca. Muchos salieron fortalecidos. Como me dijo un franquiciante, la franquicia es una gran familia. Hay cooperación incluso entre marcas que son competidoras”.
Para Schijman, los sectores con mayor proyección son “gastronomía, sin dudas, y los servicios”. En esa tónica, detalla que “la moda está más compleja porque el e-commerce viene haciendo estragos” e identifica otro fenómeno actual: “A los chicos ahora les importa salir, gastar y viajar. No es como en mi época, que yo ahorraba para comprarme el auto. Ahora eso no les interesa, prefieren gastarse la plata por ahí en uñas, cejas, pestañas. Salen un martes, un miércoles, un jueves. Hoy vas un martes a un bar o a una pizzería de especialidad y están llenos los lugares. Todos los días están llenos. La gente joven gasta más; consume más”.
Acerca de por qué conviene invertir en una franquicia, el director de Franchising Company es contundente: “La estadística indica que de cada 100 negocios tradicionales que se abren, después de cinco años subsisten 26. En cambio, de cada 100 franquicias que se abren, después de cinco años subsisten 95”.
“Las probabilidades de éxito son mucho mayores. Es muy raro que te vaya mal si te ponés una franquicia. Son negocios probados, que funcionan. Tienen todos los recaudos para que la ubicación sea la correcta, te lo instalan, te lo ayudan a decorar, te ayudan con la campaña, te asesoran para que no pagues alquiler de más”, finaliza.