Afirman que la sequía llegó a su fin (clave para la próxima siembra de trigo y el ingreso de divisas)

 Afirman que la sequía llegó a su fin (clave para la próxima siembra de trigo y el ingreso de divisas)

Una noticia alentadora para la economía en el mediano y largo plazo. Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, la sequía que afectó profundamente a la pasada campaña de trigo y a la actual de soja y maíz llegó a su fin. A partir de este contexto se abre una ventana de esperanza para que los productores planifiquen el próximo ciclo agrícola -con lluvias normales que se desarrollarán durante este otoño- y para que se normalice el ingreso de divisas, eso sí, recién para fin de año.

“La peor sequía de Argentina en por lo menos los últimos 60 años ha llegado a su fin. El último día del verano fue el primer día de un nuevo libreto para el clima argentino. El centro de alta presión que venía limitando el desarrollo de tormentas desde el centro este del país se desplazó finalmente. Las tormentas que se desarrollaron entre el 19 y el 28 de marzo dejaron muy buena cobertura y acumulados importantes en el centro de la región pampeana”, explica la Guía Estratégica para el Agro (GEA), realizada por la Bolsa de Comercio de Rosario.

En tanto, el dato determinante es que contar con lluvias normales en este otoño es clave para la próxima campaña fina (trigo y cebada que se comenzará a sembrar en los próximos meses) y también para la gruesa 2023/24. Es decir, para el futuro ingreso de divisas que, de la mano de una mejor campaña agrícola y por supuesto precios sostenidos, podría normalizarse recién para fin de este 2023.

Por lo pronto, en lo inmediato, el ingreso de dólares frescos del campo está muy comprometido porque los alcances de la sequía en la campaña de soja y maíz fueron más letales que lo proyectado al inicio del ciclo. Según las proyecciones del consultor Javier Preciado Patiño, ex subsecretario de Mercados Agropecuarios de la Nación, la liquidación de divisas de marzo se podría ubicar entre u$s1.000 y u$s1.300 millones versus u$s2.984 millones en 2022. Con el número más optimista, el ingreso de dólares del campo en el primer trimestre del año no llegaría a los u$s3.000 millones, lo que representa una caída interanual de nada menos que el 64% y la peor cifra para este periodo en 16 años. A su vez, la recaudación por derechos de exportación estaría en el orden del 34% de la masa fiscal.

Teniendo en cuenta este panorama, con el ingreso de la campaña de soja, la realidad no mejoraría en el mediano plazo. Es que normalmente a partir de abril la economía recibe el grueso de los dólares de la cosecha de soja y maíz, pero las mermas productivas de alrededor del 50% en la campaña recortarían el ingreso de divisas del campo en alrededor de u$s15.000 millones, solo teniendo en cuenta lo que sucede con los granos y sus derivados. El recorte por la sequía también impacta en economías regionales y en el negocio de la carne vacuna que está mostrando valores internacionales a la baja.

Según explican en el sector, con un clima mucho más benevolente, el gran escollo que deberá sortear el campo y la economía en general de cara al próximo ciclo agrícola, será la fuerte necesidad de financiamiento que tendrán los agricultores. Es que por lógica con una buena campaña de soja y maíz ese ítem estaba cubierto pero, hacia adelante el escenario se presenta al menos complejo y ahí es donde los bancos y las firmas de insumos jugarán un rol estratégico.

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