¿Por qué el FMI avaló la operación de canje de deuda en manos de organismos públicos?

 ¿Por qué el FMI avaló la operación de canje de deuda en manos de organismos públicos?

El Fondo Monetario Internacional, a través de Kristalina Georgieva en persona, había sido implacable al aclararle a Sergio Massa que la buena salud futura del acuerdo de Facilidades Extendidas excluía explícitamente cualquier operación similar a la recompra de deuda que el equipo económico lanzó en enero de este año. La directora gerente del organismo le dejó claro al ministro en el encuentro directo que ambos mantuvieron hace tres semanas en la India en la cumbre del G-20, que no podrían involucrarse más dólares de las reservas del Banco Central para actuar sobre los mercados cambiarios alternativos.

Massa aclaró que las políticas que no estén previamente prefijadas son diseñadas en Buenos Aires y no en Washington, pero aceptó lo que sucedería una semana después: que la prohibición esté explícita y por escrito en el acuerdo sobre el cumplimiento de las metas de 2022, que el staff técnico y los negociadores argentinos ante el FMI presentaron en sociedad el lunes de la semana pasada.

Sin embargo, en las últimas horas el Fondo dejó claro que avalará la operación de canje de deuda de organismos públicos nacionales que entregarán bonos emitidos bajo legislación internacional en dólares a cambio de títulos públicos en pesos indexables según el tipo de cambio.

La diferencia entre una operación prohibida por el FMI y la habilitada por el mismo organismo es simple: en un caso se fuerzan reservas y en el otro no. Para el Fondo, tomar deuda nunca es problema, y menos en moneda doméstica. Y si el mercado habilitara en el futuro operaciones similares que disminuyeran la exposición de la Argentina ante los mercados internacionales, incluso provocaría a los ojos de los fiscalizadores del staff técnico del FMI una mejora en la calidad del pasivo argentino. Y, en consecuencia, una operatoria aplaudible.

La prohibición del organismo de volver a tocar las reservas a través de operatorias en el mercado de bonos quedó ya acordada por las partes, cuando el propio FMI emitió el comunicado de acuerdo por los números de 2022 la semana pasada. Allí en una carta firmada por los responsables del organismo sobre el caso argentino, Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja, se deja en claro que el país deberá respetar durante 2023 la premisa que indica que las autoridades argentinas “se comprometen a no utilizar reservas internacionales ni emitir instrumentos de deuda externa de corto plazo para intervenir en los mercados cambiarios paralelos”. Algo más abajo del comunicado del FMI se reclama que “las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólida”.

En las negociaciones con el FMI de los últimos 15 días entre funcionarios argentinos y los dos técnicos del organismo (encuentros presenciales y vía zoom), los interlocutores del organismo volvieron sobre el tema y dejaron en claro que la reducción de los dólares que debe detentar en el primer trimestre del año la entidad que maneja Miguel Pesce tiene que venir con el compromiso que Buenos Aires no avanzará sobre el tema otra vez. Tanto el viceministro Gabriel Rubinstein como el negociador local Leonardo Madcur aceptaron la condición, luego de haberlo consultado a Massa, quien aprobó la condición.

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