El Ministerio de Economía, que encabeza Sergio Massa, definió que los organismos públicos se desprendan de sus tenencias en dólares con el objetivo de controlar la brecha cambiaria y financiar al Tesoro, lo que quedará definido en el decreto que se publicará este jueves con la “letra chica”.
El mayor aporte vendrá del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), dado que cuenta con u$s11.800 millones de nominales entre Bonares y Globales (casi todo de Bonares), según estimaciones de 1816, en base a información pública. Si bien la tenencia del Banco Central es mayor, con u$s15.300 millones de nominales (casi todo de Bonares), desde la consultora estiman que no los van a vender.
La venta de los bonos en dólares de los organismos públicos se definirá en base a licitaciones, aunque el cronograma con las fechas aún no fue definido, de acuerdo a lo que comentaron a Ámbito. Según 1816, en las licitaciones habría unos u$s15.000 millones de Bonares, por lo que casi el 80% de la oferta será del FGS, que depende de Fernanda Raverta, titular de la Anses.
Según el último informe oficial del FGS, del segundo trimestre de 2022, el organismo cuenta con u$s35.614 millones en títulos públicos nacionales, esto es, un 73% de toda su cartera. Esa participación porcentual, en la prepandemia (diciembre del 2019) era del 64,6%. Poniendo la lupa en los títulos públicos nacionales, se observa que la gran mayoría son bonos en pesos a tasa variable (CER), en un 54,1% del total del FGS, y en segundo lugar siguen los bonos en dólares a tasa fija, un 12,1% del total del FGS, y 16,6% del porcentaje total de los títulos públicos nacionales.
La operatoria será la siguiente: los bonos GD, una tenencia bajo legislación extranjera, se darán directamente el Tesoro Nacional, que los deslistará, al sacarlos del mercado. Podrán cambiarla por nueva deuda bajo legislación local, que será un Bono Dual. Por otro lado, venderá de forma gradual los bonos AL, bajo ley local.
De esa venta, la contraprestación del 70% será como la de los bonos globales: el Tesoro dará al FGS un Bono Dual, esto es, ajustado por inflación o devaluación, por lo que “no se desvaloriza”, según fuentes oficiales. Tendrá una tasa positiva “alta”, según agregan, del 8%, a “largo plazo” (13 años).
Desde Economía aseguran que el FGS podrá comprar el bono dual al 60% de su valor técnico, “lo cual implica directamente una revalorización de la cartera del FGS en aproximadamente u$s2.000 millones de dólares”. Consultores económicos que prefirieron no ser mencionados aseguraron que todavía no es posible saber con certeza esta revalorización, dado que habrá que ver el valor real de los títulos nuevos para ver el efecto patrimonial, más allá de la contabilidad.
Por otro lado, de la venta de los bonos AL, el 30% de lo recaudado, que son aproximadamente $400.000 millones, pasarán a formar parte del FGS, “brindando mayor liquidez”, según Economía. Fuentes de Anses anticiparon que serán destinados a proyectos productivos. Actualmente, el FGS destina a proyectos productivos o de infraestructura 23.664 millones, que equivalen al 4,1% de la participación total de la cartera del FGS. Si bien este 4,1% es casi el doble que hace dos años (2,1% en el 2020), no llega al 5% que establece la ley del FGS.
En diálogo con Ámbito, Alejandro Vanoli, ex titular del Banco Central y de la Anses, analizó el impacto de la medida de Massa en el FGS. “La economía sufre el shock de la sequía y la crisis global desatada de la quiebra del SVB, además de todos los shocks por razones externas e internas, incluidas las pujas políticas y de gestión económica previas a julio de 2022. No solo los jubilados sino los ciudadanos estarían peor con una devaluación (dado el actual contexto) o en una situación donde el Estado no pueda financiarse, o deba hacerlo totalmente con emisión”.
Sin embargo, también planteó: “La ingeniería financiera puede dar respuestas de corto plazo. Para dar una respuesta técnica integral habrá que esperar a que este la versión definitiva del DNU y la reglamentación de Economía para ver el impacto patrimonial tanto contable como económico sobre el FGS. Para un plan económico que solucione los problemas de fondo de sector externo se requieren condiciones políticas que hoy no están dadas, y ojalá haya luego de las elecciones el poder político que tenga consenso para su adopción”.
En la misma línea, un economista de una consultora a la que suele acudir Massa, opinó: “Con la información que tenemos hoy, el FGS sale perdiendo porque le cambian bonos en dólares con ley New York por bonos en pesos indexados ley Argentina, y encima con mayor duration. En esencia esa ganancia es contabilizar los bonos a valor técnico en vez de valor de mercado.”