Un estudio de la Universidad Estatal de Florida reveló el dato más que sorpresivo a partir de la evaluación en las relaciones de 113 parejas de recién casados: ellas experimentaban un mayor bienestar al lado de un hombre feo.

La estudiante de doctorado Tania Reynolds y la profesora asistente de psicología Andrea Meltzer, evaluaron a 113 parejas de recién casados, con una edad promedio de 20 años, para entender si el "atractivo físico" jugaba un rol en la felicidad.

La investigación concluyó que el atractivo de un socio romántico puede ser la fuerza impulsora detrás del deseo de hacer una dieta para buscar un cuerpo delgado, aunque esa motivación contrasta agudamente entre hombres y mujeres.

Los resultados revelaron que tener un esposo "físicamente atractivo" podía tener consecuencias negativas para las esposas, especialmente si esas mujeres no resultaban particularmente atractivas.

Las mujeres que no tenían maridos atractivos, no sentían la necesidad de hacer esfuerzos físicos ni alimenticios para estar en la "competencia de sensualidad" con otras mujeres, lo que, por consecuencia, las hacía verdaderamente felices.

La investigación resaltó que las mujeres entrevistadas, en lugar de preocuparse por verse tan sensuales como sus esposos, para colocarse en una situación de paridad, disfrutaban plenamente de su vida conyugal al lado de hombres que, según evaluaban, no las superaban en atractivo.

Un estudio reveló que las parejas más felices eran aquellas que duraban entre 7 y 13 minutos en total, incluyendo el tiempo de juego previo, en el acto sexual. Dicho lapso resulta mucho más breve de lo que suele imaginarse, y que tiene que ver más con la intensidad del encuentro amoroso.

Las perspectivas biológicas y sociales que influyen en la duración del acto sexual, desde una perspectiva biológica, se sabe que la eyaculación masculina está controlada por el sistema nervioso simpático, que puede ser activado por factores como la ansiedad y el estrés.

Por otro lado, la respuesta sexual femenina es más compleja y puede estar influenciada por factores como la seguridad emocional y la intimidad con la pareja.