Sergio Massa en China: el detrás de escena de la ampliación del swap

 Sergio Massa en China: el detrás de escena de la ampliación del swap

A las 21.30 del día viernes en Beijing, China, el ministro de Economía Sergio Massa se levantó de su silla del jardín del hotel St. Regis y se despidió diciendo: “En quince minutos tengo una videollamada relacionada al Fondo Monetario Internacional ”. Fumó la última pitada de su cigarrillo y se dirigió directamente a la Embajada Argentina en China.

Massa evitó dar respuestas ante la pregunta sobre el motivo de la llamada. Claro que tiene que ver con el viaje que próximamente estará realizando a Washington para acordar términos y condiciones del adelantamiento del desembolso. Sin embargo, dado el calibre de la noticia que minutos antes había dado a conocer, la relación entre la novedad y el FMI es insoslayable. El ministro de Economía encontró aquello por lo cual viajó más de 19.200 kilómetros: la renovación del SWAP con China por tres años más y la garantía de mayores desembolsos para uso de “libre disponibilidad”. “Estos hechos son en beneficio de la argentina, contribuyen al desarrollo, sin importar quién gobierne”, explicó.

La firma la puso el presidente del BCRA, Miguel Pesce, y el comunicado reza así: “se suscribió la renovación anticipada del SWAP por 130 mil millones de yuanes (u$s19 mil millones) por el plazo de tres años. Asimismo, se inició el procedimiento de ampliación del monto de uso por otros 35 mil millones de yuanes (u$s5 mil millones), que se operará una vez que se agote el primer uso. De esa forma, se aumenta de 35.000 millones de RMB (Renminbi) a 70.000 millones de RMB la capacidad de uso.” El acuerdo se cerró con el Banco Popular de China (PBoC) en la sede de Pekín.

Los objetivos son tan claros como las necesidades: tanto enriquecer integralmente su relación con China, que promete ser auspiciosa pero le falta maduración, como encontrar estabilidad macro en medio de las dificultades cambiarias y financieras que generan la escasa entrada de dólares al país. “Por el 40% de la sequía que vivimos, Macri recurrió al FMI”, comentó un funcionario ayer.

Sobre el organismo multilateral, el préstamo repite la misma condición establecida en 2020: cumplir el acuerdo con el FMI para garantizarlo. “China es el tercer país en importancia de imposición en el Fondo, y siempre está peleando para ampliar su lugar, ya que alega que el organismo no le reconoce lo suficiente en la distribución de cuotas. Entonces, tampoco le conviene que un país con la deuda como la de Argentina no pague, pierde dinero en algún punto”, cuenta un ex funcionario que acompañó a Martín Guzmán en la negociación con el FMI. Paradójicamente, resalta: “en cuestiones geopolíticas, acá se habla de dolarización, yo respondo con yuanización mundial, sobre todo en países de América Latina. Este es un paso más en ese sentido.”

En lo que a detalles técnicos se refiere, desde el BCRA guardan silencio fúnebre sobre todo en el costo de tasa de interés aplicada tras activar el préstamo. Por cuestiones de “confidencialidad”, sólo comparten que el acuerdo entre ambos bancos centrales toma como referencia a la tasa shibor y que es “notablemente menor” a la del FMI, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF. Sí se sabe, además, que la renovación del SWAP motiva la activación del mercado futuro y spot de yuanes, lo que “generaría un mayor tráfico de la moneda, más que lo ingresado por comercio”, cuentan desde Beijing.

La capital de China se conforma de soberbias dimensiones y anchas avenidas plenamente cooptadas por conductores de autos y motos que seguidamente arriesgan su vida en un cruce. Sin embargo, quienes entienden de diplomacia, aseguran que Massa no vio nada de eso: desde que llegó, su tratamiento es “presidencial”. Cuando se traslada, una flota de seguridad lo rodea mientras va a toda velocidad porque le despejan el tránsito. En la puerta de su habitación, siempre lo espera una persona: un custodio que protege sus pasos por la ciudad de la Gran Muralla.

Respecto a la utilización de los recursos de libre disponibilidad, se podrán financiar operaciones de comercio exterior, la acción preferente del gobierno chino, pero también quedará habilitado intervenir en el mercado comprando dólares con yuanes, en caso de ser necesario. “Por cada yuan utilizado, se prioriza conversar al dólar”, razona como premisa general una altísima fuente en el jardín del hotel. En realidad, aseguran desde el BCRA y el Ministerio de Economía, que por cuestión contractual pueden hacer la conversión a cualquier divisa.

Como los u$s5 mil millones arreglados desde el SWAP -versión 2020- se mantienen dentro de una cuenta en el BCRA, el Banco Popular de China pone como condición “no hacer un mal uso” del monto actual si se necesita desembolsar el próximo recientemente asegurado, también de u$s 5 mil millones. Primero uno, se acaba, luego el otro.

Al respecto, el Gobierno contó la valoración que hizo el propio banco chino: “reconocieron que, cuando apareció la posibilidad de intervenir con yuanes, se protegió al comercio”. En ese marco, avanza la aprobación de importaciones chinas. Detallaron que ya hay u$s1470 millones de SIRA aprobadas. Sin embargo, una fuente que sigue de cerca la aprobación de las SIRA, advierte que deberán seguir aceitando el mecanismo de aprobación, porque “los proveedores chinos tienen el mismo problema que los argentinos: si no saben cuándo les van a pagar, entonces también estarán desalentados a comercializar.”

Quienes no pierden el aliento son los funcionarios que visitó Massa durante la semana. No solo que les regaló a cada uno una camiseta de Argentina, bendecida por la tercera copa, sino que además les prometió entradas para el 15 de julio, donde el país jugará un amistoso contra Australia en el Estadio del Pueblo de Beijing, con Messi presente. El furor, cuentan en la comitiva, es total. También aseguraron que Chiqui Tapia ya está al tanto de la nueva misión.

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