La revolución digital es un hecho y la estamos transitando hace tiempo. Internet, las redes sociales, la Inteligencia Artificial y la digitalización de la banca son claros ejemplos de que la tecnología está cada vez más presente en nuestra cotidianidad.
Gracias a la presión que tuvieron durante la pandemia, las empresas tuvieron que empezar a emplear métodos de resolución remoto. Pero una vez finalizada la etapa de confinamiento, los empleados se pudieron ahorrar horas de viaje y seguir trabajando desde la comodidad de sus casas y los clientes, en gran parte, evitarse los tediosos trámites y pagos de forma presencial.
Para 2020, los pagos digitales transaccionados significaron 4 billones de dólares y para 2024, se espera que conviertan en el doble según el portal de estadísticas Statista. Además, en Latinoamérica, el número de personas que utilizaban dinero físico durante la pandemia bajó del 45% a un 34% según MasterCard. Y por último, 1 de cada 2 adultos de todo el mundo utilizó banca móvil para fines de 2021 según Juniper Research.
Todos esos datos dejan en evidencia que la digitalización en términos económicos se volvió inexorable.
Según Jorge Linares, Chief Revenue Officer de Nubiral, empresa de tecnología global especializada en innovación y transformación digital, "los consumidores de servicios financieros buscan velocidad, sencillez, apoyo para sus decisiones financieras y experiencia positiva de atención".
En esta misma línea, "el 29% de los usuarios de dispositivos móviles es capaz de moverse a otra aplicación o sitio web si no encuentra lo que buscan en 3 segundos. Este número refleja que, en la home principal de las app o webs bancarias tiene que estar todo a vista".
Según Jorge Linares, las fintech se enfrentan a varios desafíos:
De acuerdo a un relevamiento del Observatorio de Productividad y Competitividad (OPyC) de la Universidad Argentina de Comercio y Servicios, el 74% de las empresas en Argentina utilizan métodos electrónicos de pago.
Este dato demuestra que la manera en la que se realizan los pagos y transacciones financieras mutó radicalmente en nuestro país. Durante los últimos años, ya empezamos a adquirir en nuestra diaria al uso de criptomonedas, QRs y billeteras virtuales que antes se veían como tabú o métodos de estafa.
Ahora, el efectivo sigue circulando entre los argentinos pero ya no es el método de pago predominante. Las diferentes formas que tiene el dinero en la actualidad, hacen que el clásico billete impreso quedé para usos cómo transacciones ilegales dónde no hay registros o lugares con acceso limitado al internet.