Se fue el agua y quedó el lodo. Un día después del desbordamiento del río Teaone, que inundó y dejo cuantiosas perdidas materiales en distintos sectores, los habitantes del barrio 50 Casas, el más afectado del sur de Esmeraldas, trataban la mañana de este lunes 5 de junio de limpiar sus casas y rescatar lo poco que les dejó la inesperada creciente.
Armados con escobas, los esposos Daniel Castro y Ester Vela intentaban sacar los más de cinco centímetros de lodo que había en su propiedad, dónde el agua subió aproximadamente tres metros la mañana y tarde del pasado domingo 4 de junio.
Ella perdieron sus camas, los colchones y todos sus electrodomésticos. "Pedimos al Cuerpo de Bomberos que nos ayuden a limpiar nuestras casas con agua para poder pasar la noche dignamente", pidió Ester mientras limpiaba algunos platos y ollas que pudo rescatar.
En el mismo sector, María Mina limpiaba algunos enseres que pudo salvar de la corriente. Ella perdió todos los implementos del local de venta de carnes que tenía en su domicilio y hasta las 11:00 de este lunes no había desayunado porque no tenía ni cocina ni ollas para preparar sus alimentos. "Tenemos hambre, estamos botados, abandonados. Nadie ha venido a brindar la ayuda" expresó Mina.
El drama y dolor es evidente en las calles llenas de lodo de este sector. Las familias han amontonado lo poco que han salvado y lo que ya no sirve afuera de sus domicilios.
Se estima que unas 94 familias resultaron damnificadas en este sector; sin embargo, el número de familias afectadas bordea las 250.
Maquinaria y personal de la Prefectura de Esmeraldas llegó al sitio para ayudar a despejar las calles del sector y sacar la basura de las casas.
Quienes perdieron sus viviendas han tenido que pedir posada a sus vecinos para pasar la noche.