Tiempo de descuento para alianzas y listas. Crece la tensión. Más calma en el oficialismo que en la oposición. Milei hace la plancha. El Caso Schiaretti. Macri enardecido (aunque sigue futbolero) con su primo y la grieta del PRO. El frente monetario avanza. Aumenta la presión sindical. Maratón de elecciones ayer. Recién el fin de semana pareció comenzar el invierno. Varios cumpleaños, comidas y Quinchos, con mucho dato y color, aún con ecos de los festejos de la República de Italia,
Ni el sobreseimiento de CFK en la causa del dinero K, alcanzó para que la vicepresidenta abandonara su bajo perfil y retomara la riendas públicas de su frente político. Esto, la candidatura de Eduardo “Wado” de Pedro y la intransigencia de Daniel Scioli de “bajarse” de su precandidatura presidencial fueron determinantes para que, finalmente, el Frente de Todos, con el ministro de economía, Sergio Tomás Massa a la cabeza, flexibilizara su postura aceptando ir a las PASO del próximo 13 de agosto, alternativa que había rechazado en forma férrea hasta ahora. Y a pesar de la reunión que 13 gobernadores del PJ habían tenido en el CFI (Consejo Federal de Inversiones), para respaldar la postura del “candidato único” y convencer eventualmente a Scioli. El caso es que a unos pocos días de que se cierre el plazo para inscribir las alianzas, esta decisión descomprime bastante el panorama del oficialismo, con un presidente formal (Alberto Fernández) ya totalmente desdibujado, y su máxima figura, Cristina, alejada en público de las internas. El otro candidato fuerte, Javier Milei, decide solo y no tiene que hacer mucho para seguir capitalizando los enfrentamientos del resto, por lo que hoy por hoy, es la agrupación que aparece más ordenada y definida, al punto que hasta comenzó a presentar parte del equipo y de las listas con que va a competir en octubre. “Nosotros hacemos honor a nuestro nombre”, dicen sarcásticos en su entorno, en referencia a LLA (La Libertad Avanza). Para Cambiemos, sin embargo, las cosas siguen complicadas y con una semana que fue de furia en las negociaciones, a partir del acercamiento del gobernador cordobés, Juan Schiaretti, respaldado por el jefe de la Ciudad y precandidato, Horacio Rodríguez Larreta y el titular del la UCR, Gerardo Morales (que el sábado tuvo un acto muy numeroso en Monte Grande, una de las circunscripciones clave del conurbado bonaerense), y con presencias tan llamativas como la del exgobernador correntino José Antonio Romero Feris. También la Coalición de Elisa Carrió, el Peronismo Republicano de Miguel Ángel Pichetto, y hasta la última adquisición del grupo, el libertario José Luis Espert, se ubicaron de un lado de la balanza, frente a los “halcones”, con Mauricio Macri a la cabeza, y la ahora precandidata, Patricia Bullrich, en cerrada negativa a ampliar la agrupación por ese lado, con el argumento de las elecciones en Córdoba, donde la coalición respalda a Luis Juez, enfrentando localmente con el oficialismo de Schiaretti. Sin embargo, algunos señalan que el exintendente de Córdoba hasta 2007 (“de escaso lucimiento” en aquel momento), ya había comenzado su declinación mucho antes de que la bomba Schiaretti cayera en Cambiemos, y que fueron las propias divisiones y enfrentamientos locales lo que erosionaron parte de sus posibilidades, lo que se suma a la ya controvertida imagen del actual senador nacional. Tanto es así, que en la mayoría de los distritos Juntos por el Cambio (como se llama allí en frente), se presentó con listas divididas. “Juntos, pero divididos”, se lamentan.
Lejos de estar terminado el conflicto, que en el caso del cordobés se le bajó un tanto el perfil en los últimos días, y que podría tener una vuelta de tuerca insólita, los continuos pases de bando a nivel de la provincia de Buenos Aires, y de las intendencias, en especial del Conurbano dan cuenta de lo lejos que están de cualquier forma de liderazgo, y donde se juega, además, la pretensión de Macri (Mauricio), de imponer a su primo Jorge como el sucesor de Rodríguez Larreta, corriendo de distintas formas, a otros varios postulantes que se van debilitando también por el camino, o que no pueden enfrentar la presión de los equipos del expresidente, ni los recursos económicos con los que cuenta. “Estas son Cumbres Borrascosas, con el enfrentamiento de Cambiemos por Schiaretti, con un Luis Juez desaforado, y un Macri que no ayuda a achicar la grieta, sino todo lo contrario”, se quejan cada vez más fuerte los militantes que de una situación netamente “ganadora”, ahora enfrentan una realidad en la que no saben ni quiénes prevalecerán en las PASO, ni quiénes llegarán al balotaje. Y todo esto, frente a una maratón de elecciones adelantadas, para “despegarse” de la nacional, y gremios y movimientos sociales cada vez más radicalizados en su medidas de fuerza y bloqueos en la calle. Este es el caso de los paros rotativos de los subtes, a los que se va a agregar esta semana uno de trenes, y los ya permanentes cortes de calles y protestas en el centro de la Ciudad, por parte de los movimientos sociales que buscan conseguir “flexibilizar” los beneficios oficiales antes de las elecciones que es cuando calculan que tienen mayor poder frente al Gobierno. En el caso de ayer (ver aparte) en Mendoza, San Luis, Corrientes y Tucumán, las mayores expectativas se centraban en esta última, histórico bastión del justicialismo, y tierra del último jefe de Gabinete, Juan Manzur, invalidado luego por la Suprema Corte para intentar una nueva reelección. Aún así, el escándalo dominó la escena en los días previos, en especial, en la capital de la provincia, involucrando a un conocido banco privado.
Mientras algunos comentaban el hecho, para nada menor, de que en casi todos los distritos donde se presentó Cambiemos fue dividido, y que “tampoco hay que menospreciar la ventaja que llevan los oficialismo en las elecciones”, como dice Rosendo Fraga; en el coqueto Club Francés en Recoleta, la anfitriona Teresa Gonzalez Fernández, titular de ALPI, recibía a sus variopintos invitados. Por allí desfilaron desde Miguel Angel Pichetto hasta la jujeña Cristina Guzmán; o desde la titular de la Suprema Corte bonaerense, Hilda Kogan; hasta Dante Caamaño, cuñado de Luis Barrionuevo; pasando por Federico Pinedo, o Gino Bogani. También empresarios como Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio de Bs. As.); Tomás Hess (petróleo), Dolly Albergoli de Gusman, y muchos periodistas. Y, si bien la política estuvo en el centro de las conversaciones, la economía y la Justicia no le fueron en zaga (especialmente, por la cantidad de abogados y jueces presentes). Sin embargo, hubo dos temas muy comentados tal el caso de la inflación que, según decían algunos allí, el Estudio Broda había ubicado anualizada en el próximo diciembre, en 150%, aunque podría comenzar a desacelerarse desde el mes próximo. También llamaron la atención las diferentes velocidades a las que aumentan distintos productos, desde un máximo de mas 500% entre abril´22 y abril ´23 para las naranjas; hasta un mínimo de 78,5% para la carne picada en el mismo lapso (y toda la gama imaginable en el medio). Por otra parte, a causa de la seca y los aumentos, se consolida la caída del PBI argentino en alrededor del 3%. “Se está hipotecando el 24 y hasta el 25”, se quejaba un hombre de negocios. Por supuesto que también mereció la atención la fuerte caída de las exportaciones, de la mano de la seca que pulverizó las producciones de los principales rubros del comercio exterior local, hasta cerca de 50%. Para compensar, también las importaciones retrocedieron casi 20%, lo que es interpretado por muchos, por la restricción en el acceso a los dólares que sufre el sector privado por el corset impuesto por las autoridades. La sorpresa fue mayúscula cuando uno de los presentes explicó que si bien hay limitaciones no son tantas y que lo que realmente está ocurriendo es una “autorestricción” privada a la espera que se produzca la devaluación que el FMI le estaría exigiendo al ministro Sergio Massa, todavía envuelto en una gran incógnita sobre su futuro, aunque haya aceptado finalmente ir a las PASO, pero sin que esté aún claro quién lo acompañaría en ese caso, igual que a su otro contrincante, Daniel Scioli; mientras que en los últimos días arreciaron los rumores sobre el radical Facundo Manes, en tándem con el tercer candidato del FdT, Eduardo Wa do de Pedro. Hubo también interrogantes con relación a Javier Milei, viejo amigo de muchos de los presentes en el primer piso del Club Francés. Por ejemplo, la elección de “Berti” Benegas Linch, hijo de Alberto a quien Milei llama su “procer” del liberalismo y con experiencia en bancos, para encabezar la pelea en la boleta de legisladores bonarenses despues que ya se hubieran sumado a su equipo Diana Mondino y otros economistas como Carlos Rodríguez, Roque Fernández y Darío Epstein.