La Unión Europea propuso una prohibición efectiva a la venta de automóviles nuevos nafteros y diésel a partir de 2035 como parte de sus medidas para combatir el calentamiento global, lo que representa un desafío para los fabricantes de autos.
En este marco, Ferrari, la marca más emblemática de autos deportivos de lujo a nivel mundial, empieza a incursionar en el mercado de coches eléctricos. La nueva planta de Ferrari NV en Maranello, al norte de Italia, construirá superdeportivos eléctricos a partir de 2024, y también confirmaron que estará disponible al público desde finales de 2025.
Se prevé que los modelos híbridos enchufables y solo de batería dominen la oferta de la compañía en la segunda mitad de la década, y que los automóviles híbridos representarán el 35% de los envíos durante el primer trimestre.
Benedetto Vigna, CEO de Ferrari dijo que en los próximos años “habrá diferentes Ferrari para diferentes Ferraristas y diferentes Ferrari para diferentes momentos”.
La transición de Ferrari a los motores electricos ha progresado más lento que sus rivales en el mercado de autos de alta gama, ya que la marca italiana viene tomando medidas cuidadosas para mantener a su clientela tradicional de motores grandes y de combustión. Sin embargo, Vigna dijo que Ferrari no se ha quedado atrás en la electrificación y no prevé ninguna reducción del margen con los nuevos modelos que aparecerán en 2025.
Los superdeportivos eléctricos de Ferrari van a tener su propio ruido de motor, el objetivo de ello, es evitar que los conductores acostumbrados a la vieja escuela de los fierros sientan nostalgia del característico sonido de los motores de nafta al arrancar.
Según los analistas, una amplificación sonora efectiva y eficiente podría compensar un poco la pérdida de sonido total de los motores eléctricos y, de esta manera, la firma con sede en Maranello sería capaz de mantener su estatus en un mundo de autos electrificados, ofreciendo un producto atractivo, innovador y sostenible.