¿Los gobernantes de las últimas décadas han dispuesto de perfiles de estadista? La mayoría son empresarios y otros politiqueros. Si analizamos objetivamente, quizás desde la época cefepista no tuvimos suerte. Es innegable que Jaime Roldós era un estadista que conocía ese arte peculiar para administrar la cosa pública. Hoy en día la política está prostituida y adecentarla debe ser una ambición mayor de políticos que proceden con buena intención. Y también de cada ecuatoriano: saber descartar y erradicar a quienes prostituyen la política, convirtiéndola en politiquería barata. Hay que ser muy observador y perspicaz, caso contrario Ecuador estará condenado a sobrevivir en el subdesarrollo.

Eduardo Jiménez