Las acciones argentinas lograron consolidar una fuerte tendencia alcista y, de esta forma, dan continuidad a la recuperación que vienen evidenciando en el último año. El índice S&P Merval acumuló un incremento del 28% medido en dólares en lo que va del 2023 y tocó máximos en cuatro años. Ocurrió en un mejor clima global para la renta variable, donde los principales índices accionarios estadounidenses recuperaron terreno ante una perspectiva más dovish de la política monetaria de la Reserva Federal. Analistas consultados por Ámbito esperan que el repunte de los papeles argentinos continúe de la mano del mejor clima global para activos de riesgo y una buena percepción de los inversores de estos instrumentos como cobertura.
En la anterior semana, el Merval evidenció una fuerte aceleración y tocó máximos de u$s800, nivel no alcanzado desde 2019. De esta forma, más que triplicó el piso de u$s240 que había alcanzado a comienzos de la pandemia en 2020.
Martín Reginelli, trader de ConoSur, destacó: “Venimos de un mercado bajista que comenzó luego de las PASO de 2019. En el contexto internacional, una pandemia, luego la guerra Rusia-Ucrania, y una fuerte suba de tasas internacionales que ocasionaron que el mercado internacional caiga abruptamente. Naturalmente, las acciones quedaron en precios irrisorios. El panorama ahora es otro. En lo que respecta al contexto internacional, se ve cómo el efecto de la suba de tasas dio resultado y la economía se encamina poco a poco a una normalización. Esto no solo ocurre para los mercados desarrollados: la apertura de China pos-pandemia ya es una realidad, que podemos ver en el aumento de su consumo”.
En cuanto al contexto local, señaló: “Mientras las cotizaciones caían y el Gobierno ponía cada vez más trabas a la economía, las empresas continuaban invirtiendo para ampliar su capacidad productiva. Veamos el caso YPF: 2022 cerró con más de 57% de pozos productores shale de crudo y gas en comparación con 2018, y esto se ve reflejado en sus números y la búsqueda para invertir en ellas”.
De esta forma, el índice accionario local se posicionó como instrumento de cobertura. Sobre este punto, Lucas Biagetti, analista financiero en Quaestus Advisory, destacó que “hay una demanda más fuerte hacia las acciones argentinas por sobre otros instrumentos disponibles en el mercado local, ponderando dentro de dicha demanda la fortaleza de sus resultados operativos presentados y sus situaciones financieras dentro de todo saludables”. “Asimismo, esta perspectiva estaría acompañada por una percepción de los inversores de que las valuaciones correspondientes a acciones que integran el Merval se encuentran aún lejos de sus mejores números”, agregó.
Juan Alra, portfolio manager en Southern Trust, destacó que “los drivers no son siempre tan claros”. Y apuntó: “Uno de ellos podría deberse a que es un buen refugio para la inflación. Cubrirse con empresas de alto rendimiento y buenos balances que ofrecen en estos últimos meses retornos impensables. Se está viviendo un rally financiero en el mercado de acciones fenomenal en este último año”.
Hacia adelante, Biagetti consideró: “La renovación y ampliación del swap con China trajeron calma en un contexto que demandaba señales de fortaleza económica y financiera. Por el lado político, a medida que nos acercamos a las fechas límites para el cierre de alianzas políticas y de listas de candidatos puntuales, se van seteando de manera más clara las expectativas hacia adelante, encontrando como un escenario probable, que desde el mercado se percibiría como más favorable, a un cambio de administración y de signo político”.
“No hay ciencia cierta de lo que sucederá en el futuro, pero las inversiones continúan: YPF continúa explorando y desarrollando Vaca Muerta, Pampa comenzará a exportar gas a Chile y continúa adquiriendo compromisos bajo el plan Gas.Ar. Por otro lado, las elecciones por delante parecen indicar un cambio de color político, que puede traer consigo, a su vez, un giro significativo para el rumbo del país”, concluyó Reginelli.